Álvaro Nadal, portavoz de Economía del PP en el Congreso, vino a Asturias para apoyar a Pérez-Espinosa. El diputado popular manifestó que el Gobierno está cocinando nuevos recortes presupuestarios, aunque los mantiene ocultos. Álvaro Nadal asegura que el Ejecutivo debería darlos a conocer antes del día de las elecciones. Lo sensato sería que todo el mundo estuviese al tanto de los planes del Gobierno y que el PP presentara, igualmente, su programa de poda de gasto público. Los dos grandes partidos no quieren dar malas noticias a la gente cuando se está en vísperas de depositar el voto. Ya tenemos programas electorales, mítines, candidatos y encuestas, lo único que falta es el detalle de los recortes presupuestarios. Decir que no se va a tocar el gasto es una manifestación pueril, porque la reducción del déficit público sólo se puede hacer dando tijeretazos a las cuentas públicas.
El diputado del PP se mostró muy optimista, al asegurar que tras los comicios autonómicos y las elecciones generales del próximo año habrá “una máquina de actuaciones políticas que va a cambiar el país”. Los sondeos prevén que casi todas las comunidades autónomas queden bajo la férula del PP (Asturias es una de las pocas excepciones a la tendencia general) y Rajoy tiene todas las papeletas para ser el próximo presidente de Gobierno. En los próximos diez meses el PP va a acumular un gran poder en España. Pero una cosa es gozar de hegemonía política y otra muy distinta, solucionar los problemas económicos. Un Gobierno fuerte genera confianza, algo que agradecen extraordinariamente los agentes económicos. Pero para salir del pozo hay que aplicar un plan de saneamiento muy duro que conllevará una contestación social como no se ha visto hasta ahora ¿Estarán preparados los dirigentes del PP para librar esa batalla?
Álvaro Nadal señala que las administraciones se llevan casi todo el crédito, porque gastan más de lo que ingresan. En su optimista visión sobre el futuro, imagina a los gobiernos regionales colaborando con el Ejecutivo central para nivelar las cuentas. Cualquiera que conozca la dinámica política seguida en España en los últimos treinta años sabe que algunos gobiernos autonómicos han obstaculizado sistemáticamente los planes de González, Aznar y Zapatero. Sólo colaboraron cobrando gravosos peajes. Con Rajoy no será distinto.