Álvarez-Cascos ofrece negociar acuerdos con todos los grupos parlamentarios sobre los grandes temas de la región. En plena crisis económica, ese tipo de consensos son útiles para afrontar los principales problemas, como los servicios públicos o las infraestructuras. El error más grande de Zapatero en su segunda legislatura ha sido no convocar a los partidos para lograr un consenso como el famoso Pacto de la Moncloa, que permitió al Gobierno de Adolfo Suárez hacer frente a la crisis del petróleo, reduciendo la inflación y moderando los costes salariales. Todas las iniciativas de acuerdo propuestas en el último año fueron intentos tardíos para mejorar la imagen del Gobierno.
El consenso demandado por el presidente de Foro Asturias no exime de buscar fórmulas de gobernabilidad. Una cosa es acordar los grandes temas y otra muy distinta fijar una agenda parlamentaria y establecer un modelo de gestión. Buena parte del electorado de Foro Asturias y del PP espera que ambos grupos lleguen a una entente para dar estabilidad a las principales instituciones de la región, empezando por el Gobierno autonómico. No creo que haya diferencias políticas para acordar el programa que debería respaldar la nueva mayoría parlamentaria, formada por 26 diputados. Pero sí creo que hay obstáculos importantes para alcanzar ese acuerdo, debido al comportamiento del grupito de dirigentes que firmó en su día el Pacto del Tizón para impedir la candidatura de Cascos. El batacazo electoral cosechado por el PP en el Principado y los ayuntamientos de Gijón y Oviedo está relacionado con el rechazo de sus principales representantes a la figura de Cascos. Allí donde hubo un comportamiento más irrespetuoso y sectario, mayor fue el varapalo en las urnas. Sin el comportamiento activo de ese reducido grupito de dirigentes, el centro-derecha hubiera acudido unido a las elecciones bajo las siglas del PP.
La dirección nacional del PP va a dar autonomía a la organización asturiana para pactar con Foro Asturias. Si es preciso facilitar la interlocución intervendrán Ana Mato y Javier Arenas. No obstante, si el equipo de Rajoy quiere facilitar la negociación sólo tiene que apartar a tres o cuatro personas, dándoles otro cometido, para que el acuerdo sea sólido, estable y con futuro. Los que vetaron a Cascos no pueden ser garantes de la nueva mayoría.