Escrutado el voto de los emigrantes, el reparto de escaños quedó igual que en la noche electoral: 16 escaños para Foro Asturias, 15 para el PSOE, 10 para el PP y 4 para IU. Lo socialistas tenían esperanzas de arañar un nuevo escaño que les hubiera dado la victoria en las elecciones, pero quedaron a 197 votos de lograrlo.
Los sufragios de los emigrantes fueron decisivos en la victoria del PSOE en los comicios de 2007, porque en las urnas repartidas por toda Asturias había obtenido el PP más votos. Bien es cierto que en aquella ocasión el PSOE contaba con el colchón de los votos de IU, que siempre hubieran desnivelado la balanza del lado de la izquierda. En esta ocasión, la situación era la inversa: la mayoría del centro-derecha (26 diputados entre Foro Asturias y PP) resultaba inamovible, pero faltaba por dilucidar qué partido había ganado definitivamente las elecciones. Se acabaron las dudas: Foro Asturias es el partido ganador.
El censo electoral global disminuyó, sin embargo aumentó la diáspora de asturianos en el exterior, repartidos, fundamentalmente, por los países de Iberoamérica y el centro de Europa. Aproximadamente hay 75.000 asturianos en el exterior con derecho a participar en los comicios. Unos 10.000 más que hace cuatro años. En esas circunstancias parecería que el voto de la emigración debería influir más en el resultado final, pero no fue así porque se estableció un trámite burocrático que obliga a solicitar explícitamente la participación en el proceso electoral. Menos de 8.000 emigrantes cumplieron con ese requisito. Y de ellos, sólo el 42% acabó enviando el voto. De los 75.000 convocados, 3.265 votaron, siendo algo más de la mitad de los sufragios para el Partido Socialista. En todas las convocatorias el voto de la emigración fue mayoritariamente para los socialistas.
Creo que el censo electoral de la emigración debería elaborarse con criterios mucho más restrictivos. Una cosa es el asturiano que está trabajando fuera y va a volver dentro de cinco o diez años, y otra el señor que nació fuera de España y está vinculado emocionalmente a Asturias por la memoria de sus padres o abuelos. Me parece radicalmente injusto que un señor de Nigeria, que vive y paga los impuestos en Asturias, no pueda participar en las elecciones y sí pueda hacerlo un señor que nació, vive y paga impuestos en Buenos Aires.