Los socialistas de Gijón, Oviedo y Avilés han propuesto candidatos para las listas del Congreso y el Senado. La coincidencia en los nombres demuestra que los aparatos locales del partido ya han hablado con la dirección regional y hacen propuestas “bien orientadas”. Las tres agrupaciones consideran que Antonio Trevín debe estar en la candidatura al Congreso y dos de ellas se acuerdan de Álvarez Areces para mandarlo al Senado, como si no pudiese ser diputado.
Antonio Trevín encabezará la lista al Congreso. Hay dos razones de partido que lo impulsan al puesto: es el hombre de Rubalcaba en Asturias y cuenta con la completa confianza de Javier Fernández. A esos apoyos, Trevín suma argumentos propios, al ser el segundo dirigente socialista más conocido por el electorado –el primero es Areces- y al tener una capacidad para la lucha política muy estimable en estos tiempos en que la parroquia socialista está con la moral por los suelos. Trevín ganó elecciones en Llanes por mayoría absoluta y perdió los comicios autonómicos de 1995, cuando la facción más poderosa del partido le abandonó en la campaña electoral. La cita del 20-N le dará la oportunidad al delegado del Gobierno de pelear, por primera vez, en igualdad de condiciones con sus rivales. Si en política se valora mucho saber medir los tiempos, Trevín ha acertado al estar en un segundo plano durante los pasados años y sacar cabeza ahora, cuando el PSOE está muy desorientado.
La agrupación socialista de Gijón propone a Areces y a Sanjurjo para el Senado. Los que molestan para la Cámara Alta. El Senado juega un papel parecido a la Eurocámara: una institución para agradecer servicios y mantener lejos a los que no encajan con los gustos del aparato. Ahora ya sabemos que haber ganado seis elecciones seguidas (tres en el Ayuntamiento de Gijón y otras tres en el Principado) sólo da derecho para figurar en las papeletas sepia del Senado. Areces y Sanjurjo tienen capacidad sobrada para la labor encomendada, pero seguro que tendrán tiempo para trabajar como militantes socialistas gijoneses. Al Congreso de los Diputados irá en segundo lugar María Luisa Carcedo. Los condicionantes de la lista cremallera (chico-chica-chico) y la valía de la veterana dirigente socialista le dan derecho a escaño. A partir del segundo de la lista el futuro depende más de los electores que del aparato.