La sintonía entre PSOE y PP sigue siendo el rasgo político más característico del nuevo mandato. Antes de la pausa vacacional, la entente entre los otrora partidos antagónicos había dado la Presidencia de la Junta General del Principado al PP, pese a ser el tercer partido en número de escaños. Recordemos que para que Fernando Goñi se encaramara a la Presidencia del Parlamento hizo falta que el PSOE renunciara a proponer candidato y votara al candidato del PP, pese a contar con el 50% más de escaños que ese partido. Jamás los socialistas habían actuado así en la Junta. La compensación a tan generoso proceder estuvo en el comportamiento del PP en la fallida negociación de un acuerdo de legislatura con Foro, poniendo obstáculos, negándose a recoger en actas los acuerdos parciales, exigiendo a última hora la entrada en el Gobierno, y concluyendo en la sesión de investidura con una intervención tan dura como desnortada por parte de Pérez-Espinosa.
Reanudada la actividad política, la convergencia entre PSOE y PP vuelve a ser la tónica dominante en las instituciones. Veamos lo que está pasando en los tres principales ayuntamientos asturianos.
Gijón
La junta de portavoces para preparar el Pleno del Ayuntamiento de Gijón concluyó con una rueda de prensa insólita de los tres líderes opositores, Santiago Martínez (PSOE), Pilar Fernández Pardo (PP) y Jorge Espina (IU), que calificaron de «sectaria» y «antidemocrática» a la alcaldesa por no querer incluir en el orden del día del pleno sus esporádicas actividades médicas. Los socialistas, pese a saber que sobre ese asunto tienen perdida la batalla de la opinión pública, como pueden ver a diario en las redes sociales, no dudaron en juntarse con el PP. Igualmente, Pilar Fernández Pardo no tuvo ningún recelo en alinearse con la izquierda, algo desconocido en sus ocho años de portavoz, en los que no había llegado a acuerdos con el equipo de gobierno del PSOE e IU.
Como este asunto va a tener nuevos capítulos, es bueno llamar la atención sobre la debilidad política de la que parten Pilar Fernández Pardo y Santiago Martínez. Desde el año 2008, Pilar Fernández Pardo ha desempeñado su principal actividad laboral en Madrid, como diputada, recibiendo el sueldo del Congreso de los Diputados y completando su jornada laboral en Gijón, con dietas del Ayuntamiento. Antes fue senadora otros cuatro años, con el mismo régimen de trabajo y contraprestaciones económicas. En ningún momento se planteó renunciar a ser la portavoz del grupo municipal, pese al escaso tiempo que le queda para el Consistorio gijonés. Desde un punto de vista político es sorprendente que critique la actividad quirúrgica de la alcaldesa (tres intervenciones en este verano, según declaró Carmen Morrión en ‘Canal 10’), cuando Fernández Pardo opera la mayor parte de su jornada laboral sobre su escaño de la Carrera de San Jerónimo.
Santiago Martínez Argüelles ha recuperado su labor docente e investigadora, como profesor titular de Economía de la Universidad de Oviedo. Es su trabajo y de ella recibe su sueldo. También es vicepresidente de la Caja de Ahorros, cobrando dietas de la entidad financiera. Dejando a un lado lo extravagante que supone ver a un edil de la oposición ocupando el cargo de vicepresidente de la Caja, cuando ese puesto siempre estuvo reservado para los alcaldes del Ayuntamiento de Gijón, como entidad fundadora de Cajastur, es pertinente preguntarse por el tiempo que le dedica el portavoz del PSOE a la tarea municipal. ¿Los líderes de la oposición pueden acusar a la alcaldesa de no tener una dedicación exclusiva al Ayuntamiento de Gijón cuando ellos han decidido entregar la mayor parte de su jornada laboral a otras instituciones, que son las que les pagan?
Oviedo y Avilés
El grupo municipal del PSOE en el Consistorio carbayón ha decidido renunciar a presidir las comisiones municipales, dejando el camino libre para que sean los ediles de Gabino de Lorenzo los que controlen los órganos del Ayuntamiento. Es la tercera decisión insólita de Alfredo Carreño, concejal y jefe de los socialistas ovetenses. Previamente, ante el incierto resultado de la sesión de investidura, dada la pérdida de la mayoría por parte del PP, el líder del PSOE renunció a proponerse para alcalde por miedo a que lo votaran otros partidos. En su momento dijimos que parecía un argumento copiado de un monólogo del inolvidable Gila, porque lograr el voto de otros grupos es la aspiración máxima de todo el que trata de ser elegido para alcanzar un cargo. El descaro de la estrategia socialista, otorgando por la vía de los hechos una nueva mayoría a Gabino de Lorenzo, tuvo continuación en el contencioso sobre el proyecto del aparcamiento subterráneo en el centro de la ciudad, al ser muy comprensivos con los planteamientos de la empresa, que coincidían con los del alcalde.
La convergencia del PSOE y el PP en Oviedo es clave para mantener políticamente vivo a Gabino de Lorenzo, el responsable máximo de la separación entre Foro Asturias y el PP. La estrategia de Carreño ha sido impugnada por cualificados militantes socialistas, como Leopoldo Tolivar, Gutiérrez de Terán, Ignacio Quintana y Wenceslao López.
En Avilés, la controversia sobre facturas y cargos en el Patronato de la Fundación Oscar Niemeyer ha llevado a que el PP de Joaquín Aréstegui cierre filas con el gobierno municipal socialista. De los tres grupos de la oposición, ninguno había criticado tanto el proyecto y la gestión del Niemeyer como el PP. Sólo desde la óptica de una estrategia regional de entendimiento entre los dos grandes partidos nacionales se puede entender la sintonía del PSOE y el PP en Gijón, Oviedo y Avilés.