La candidatura asturiana del PP para las elecciones generales del 20-N no responde al clásico reparto de poder entre líderes y territorios, como venía siendo habitual en anteriores convocatorias. En esta ocasión intervino Rajoy poniendo a Mercedes Fernández de cabeza de lista, dejando alterado el particular estilo “cremallera” del PP regional: Oviedo-Gijón-Oviedo-Gijón-Avilés. En las anteriores elecciones (marzo de 2008), la tradicional fórmula “cremallera” sufrió un cambio, cuando entre Rajoy y Ovidio pusieron a Rozada en el segundo puesto, detrás de Gabino de Lorenzo, desplazando a Pilar Fernández Pardo al tercer lugar. Luego, la renuncia al escaño del alcalde de Oviedo hizo que todos adelantaran un puesto logrando escaño la avilesina Carmen Rodríguez Maniega.

Ahora la variación es más profunda, porque no se trata de acomodar a Rozada en un puesto de salida, sino de convertir a Mercedes Fernández en líder de la candidatura, lo que lleva aparejado otros cambios. La presencia de Laura Sanpedro entre los candidatos al Senado no se entiende sin el liderazgo de Mercedes Fernández. En el año 2008, Gabino de Lorenzo cocinaba la lista del partido. Recién regresada a la política, Mercedes Fernández no está en condiciones de confeccionar la candidatura, pero sí tiene autoridad para que se tenga en cuenta su opinión al escoger los nombres.

Hay otro factor que también distorsiona el tradicional equilibrio entre Oviedo y Gijón en los puestos que dan derecho a escaño, al aparecer Ovidio Sánchez en segundo lugar. Ovidio es un afiliado de Oviedo, ciudad en la que fue concejal durante ochos años y en la que vivió a lo largo de toda su carrera política. No obstante, aunque Ovidio Sánchez se lleva bien con Gabino de Lorenzo, no es un hombre del acalde de Oviedo. Esta distinción es fundamental para entender las pasadas candidaturas y la que hoy se va a aprobar. Cuando se habla de Gijón o de Oviedo, en realidad se trata de gente del aparato, miembros de las juntas locales. Con Mercedes Fernández y Ovidio Sánchez formando el tándem de salida, Gabino de Lorenzo pierde poder, porque a lo más que puede aspirar es a colocar a uno de sus hombres. Más poder pierde aún Pilar Fernández Pardo, ya que tiene a su rival al frente de la candidatura al Congreso de los Diputados y no coloca a ninguna de sus personas de confianza en la terna del Senado.