>

Blogs

Juan Neira

LARGO DE CAFE

LA LLAVE, EN MADRID

Tras las elecciones generales retorna la política regional, con sus ‘niemeyeres’ y ‘rtpas’. El enfrentamiento entre Rajoy y Rubalcaba queda atrás; del antagonismo entre los dos grandes partidos nacionales no queda ni rastro en Asturias; terminada la función electoral, trituradas las papeletas y apiladas las urnas, vuelve la vida cotidiana con socialistas y populares de la mano: los dos partidos rechazan abrir conversaciones preliminares sobre el presupuesto con el Gobierno regional y van a votar juntos para que la Junta General del Principado tome las riendas del sector público asturiano. Con esta última medida nuestra región hará una aportación original a la ciencia política, al crear empresas públicas de corte parlamentario, en las que las decisiones sobre las mismas no las toma el Gobierno sino los diputados. Para vender un metro cuadrado del solar del Idepa hay que hablar con Lastra y Aréstegui.
El carácter intocable de las empresas públicas, las mismas que hasta hace dos días el PP llamaba ‘chiringuitos’, entra en abierta contradicción con el plan de Rajoy de aligerar el sector público autonómico. El objetivo número uno de la política europea y española, de reducción del déficit, choca con la voluntad de impedir el recorte de gastos en las empresas públicas. Para el PP regional la coherencia ideológica y política es un asunto menor, que se debe supeditar al objetivo estratégico de bloquear al Gobierno de Cascos.
PSOE
La alianza de PSOE y PP se debe al deseo compartido de volver al viejo bipartidismo que dominó la escena asturiana durante casi tres décadas. A día de hoy es un sueño irrealizable. El PSOE tocó fondo. A los pésimos resultados de las elecciones autonómicas de mayo se suma el desastre del 20-N, en el que perdió más de 17 puntos de cuota electoral en Asturias. La organización se enfrenta a un semestre de congresos en los que renovarán las estructuras nacionales, regionales y municipales. En la actualidad, a los socialistas no les importa ni el Gobierno de Cascos ni el PP, sólo están preocupados por su partido. Dan ruedas de prensa y mantienen un cierto tono parlamentario, pero únicamente piensan en su propia casa. Tras el varapalo electoral, al PSOE le conviene pasar a un segundo plano hasta que la gente supere el hartazgo de Zapatero. A medio plazo, las perspectivas pueden cambiar, porque si la crisis económica sigue provocando desempleo y recorte de prestaciones sociales, los socialistas recuperarán el terreno perdido. La política es así. Y la gente, también.
Espejismo
El PP asturiano vive un espejismo. Los mismos dirigentes que sufrieron una rotunda derrota en mayo se muestran ahora ilusionados por el triunfo de Rajoy y Mercedes Fernández. Cuando pasen unas semanas se darán cuenta que tienen los mismos problemas que antes de las elecciones. Ovidio Sánchez sigue desaparecido y ahora va a tener una disculpa oficial para ausentarse al ocupar escaño en Madrid. Desde la Presidencia de la Junta, Goñi hace de portavoz y tiene tiempo para ir a Pola de Siero a intervenir en la crisis de la organización local. Espinosa es un cuerpo extraño dentro del propio grupo parlamentario. De Lorenzo dirige la situación con el mando a distancia para que los populares en la Junta defiendan los intereses de la Alcaldía de Oviedo. En este contexto, hacer cábalas sobre la aprobación del presupuesto regional con los votos del PP es una entelequia. El PP asturiano sigue careciendo de líder y de un órgano de dirección colegiada, así que el Gobierno no tiene interlocutor en la región.
Rajoy
El único cambio en el PP asturiano lo realizó Rajoy, al poner a Mercedes Fernández y a Isidro Fernández Rozada al frente de las listas al Congreso de los Diputados y al Senado. Por ahí se abre la única vía de acuerdo entre Foro y PP. Mercedes Fernández y Rajoy tienen claro que su adversario político es el socialismo. El aparato asturiano del partido, los pesos pesados del grupo parlamentario y De Lorenzo no participan de esa lógica. El caso del alcalde de Oviedo es muy singular porque lleva un montón de años de acuerdos expresos o tácitos con los socialistas. En ningún municipio de Asturias tuvo menos interés el PSOE en hacerse con la alcaldía que en la capital. En el momento que Paloma Sainz insinuó la posibilidad de forjar una alianza de grupo municipales que le arrebatara el sillón a De Lorenzo, la dirección del partido le sugirió que dimitiera como concejal. Entre todos los socialistas y populares, la única víctima del desastre electoral de mayo fue Paloma Sainz. ¡Qué curioso!
La interlocución del Gobierno de Foro está en la diputada Mercedes Fernández y en la dirección nacional. El punto de partida del diálogo se basa en algo tan elemental como incontrovertible: todos los asturianos creyeron tras las autonómicas que había una nueva mayoría en la región formada por los 26 diputados de Foro y PP. Esa mayoría parlamentaria puede articularse de distintas maneras, pero no puede dar paso a la entente de uno de los dos grupos con el PSOE. Si concluyera abruptamente la legislatura por falta de acuerdo, los ciudadanos castigarían duramente al partido que haya boicoteado el mandato de las urnas.

Temas

por JUAN NEIRA

Sobre el autor


diciembre 2011
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031