Ante el nuevo consejo de administración de la RTPA, Juan José Guerenebarrena presentó su “dimisión irrevocable” como director en funciones. El ex director dijo que dimitía por razones personales y que se cerraba una etapa. Argumentos subjetivos que no arrojan luz sobre el paso dado por un señor que contaba con el firme apoyo de PSOE, PP e IU, hasta el punto de convertir la defensa de su gestión en cuestión de Estado y motivo para arrebatar al Gobierno regional el control de todo el sector público asturiano.

Vamos con los datos. La dimisión de Guerenebarrena se produce en el primer consejo de administración en que toman asiento los consejeros de Foro Asturias. Las elecciones autonómicas se celebraron el 22 de mayo, así que se tardó más de seis meses y medio en convocar el primer consejo de administración. Todos los agentes del viejo sistema (dirección del ente, PSOE y PP) no tenían ninguna prisa en renovar el máximo órgano de la RTPA para evitar la presencia de Foro. El director presenta la dimisión un día después de que la diputada de Foro, Cristina Coto, pidiera su comparecencia parlamentaria para que explicara la contratación ilegal de trabajadores, la financiación encubierta del ente a través de las consejerías del Principado, así como la anomalía que supone licitar contratos por una determinada cantidad de dinero, dando información al Gobierno por el triple de esa cantidad. Cuando los diputados de un partido que no forma parte del statu quo asturiano tira de la manta, el castillo de naipes se viene abajo. Es curioso que en este contexto los diputados del PP pidan ahora la supresión de dietas por asistir a los consejos de administración de la RTPA, cuando era sabido que el cobro de esas dietas había constituido el núcleo de interés de las reuniones del consejo. En efecto, una etapa se cierra.

Por el número de miembros en el consejo de la RTPA, Foro podría bloquear el nombramiento del director en funciones, dejando la empresa descabezada. Por responsabilidad ha pactado con el PSOE el nombramiento de un sustituto de Guerenebarrena. De esa forma queda por los suelos el monocorde discurso de los partidos de la oposición endosándole al Gobierno regional la intención de querer cerrar la RTPA. Sería bueno que los partidos políticos asturianos asumieran la necesidad de llegar a compromisos en todas las instituciones.