Los candidatos electorales realizan las primeras críticas a sus rivales en el comienzo de la precampaña de las elecciones autonómicas. Javier Fernández asegura que Álvarez-Cascos dejará cicatrices en Asturias, en vez de huellas. Sobre el pacto PSOE-PP, denunciado por los dirigentes de Foro, el candidato socialista dice que es falso. Javier Fernández espera que los socialistas estén en condiciones de gobernar, porque “las victorias si no son suficientes para garantizar mayorías de gobierno no sirven”. Por su parte el presidente del Principado ha señalado que la convocatoria electoral es una medida necesaria para desbloquear la alianza PSOE-PP, que obstaculiza las acciones del Gobierno. Según Cascos, la entente entre los dos grandes partidos nacionales busca que Asturias siga instalada en la decadencia.
No hay que ser adivino para entrever que Javier Fernández realizará toda la campaña electoral con el argumento de la debacle de la derecha, poniendo al PSOE como alternativa al desgobierno. Lo mismo cabe decir de Cascos, que basará su discurso en la extraña entente del partido de la derecha con el de la izquierda para impedir que Asturias tenga presupuestos. En unas pocas líneas se puede anticipar las razones que emplearán PSOE y Foro para pedir el voto de los ciudadanos.
La legislatura ha tenido un curso sorprendente. Nadie hubiera dicho el 22 de mayo que el mandato duraría unos pocos meses por el rechazo de la Cámara a las decisiones del Gobierno. Con 26 diputados del centro-derecha, por conflictivo que haya sido el pasado reciente de los dos partidos (Foro y PP), no se podía augurar que el Gobierno de Cascos fracasara en el Parlamento. El mayor peligro para el proyecto del Ejecutivo residía en los 19 votos del PSOE e IU que, por razones ideológicas, se iban a oponer a los 16 escaños de Foro que respaldaban al Ejecutivo. El escenario más inquietante consistía en el voto negativo de la izquierda y la abstención del grupo de Pérez-Espinosa. Si el PP se lavaba las manos, el Gobierno naufragaba. Sin embargo, el mandato parlamentario ha discurrido por otros derroteros, con el PP jugando un papel activo en el enfrentamiento con el Ejecutivo. Los presupuestos fueron rechazados por una enmienda a la totalidad del PP que contó con los votos del PSOE. Para evitar más sorpresas, hay que llegar a compromisos ante los ciudadanos.