El Consejo de Gobierno aprobó un proyecto de ley para endeudarse en 486 millones de euros, cantidad destinada a pagar inversiones plurianuales aprobadas por el Gobierno de coalición de la izquierda. Entre las distintas actuaciones a financiar está la ‘Y’ de Bimenes y los accesos y equipamientos del Huca. Para poder realizar estos pagos es preciso que la Junta General del Principado autorice al Gobierno regional a acudir a un incremento de deuda. Al estar disuelto el Parlamento, le corresponde tomar la decisión a la Diputación permanente, órgano reducido que recoge la distribución de escaños de la Cámara autonómica.
Si la politiquería y el sesgo partidario no impregnaran todo lo que acontece en las instituciones autonómicas, la Diputación permanente daría luz verde a la petición de endeudamiento. No son proyectos del actual Gobierno, así que no hay un ejercicio de electoralismo detrás de la petición de recurrir a la deuda. La izquierda estaría obligada a respaldar el proyecto de ley, porque fue el Gobierno de PSOE-IU quien planeó, estudió y licitó las actuaciones que pide financiar el Ejecutivo de Foro. El futuro Huca, varias veces inaugurado pero aún inacabado, fue el principal proyecto socialista, de modo que no debería haber razones para negarse a dar más financiación. El problema para los tres grupos de oposición (PSOE, PP e IU) reside en que presentaron enmiendas a la totalidad de los presupuestos de Foro, y en esas cuentas constaba el incremento de más de 400 millones de deuda. Como el proyecto de presupuestos del Principado se enmendó por cuestiones de estrategia política, la deuda fue rechazada, pero vuelve el asunto en forma de inversiones concretas, provenientes todas ellas del último mandato de la izquierda. Bonita contradicción: si se permite al Ejecutivo aumentar el endeudamiento se quita validez a las enmiendas a la totalidad al presupuesto y si se rechaza la petición de incremento de deuda se niegan fondos para proyectos estrella del Ejecutivo de Areces.
En Cataluña, el Gobierno monocolor de CiU, con el auxilio del PP, aprobó un proyecto de presupuestos que el propio consejero de Economía reconoce que habrá que modificar cuando Rajoy presente los Presupuestos Generales del Estado. Allí están acostumbrados a sumar y multiplicar y nosotros estamos especializados en restar y dividir.