La Diputación Permanente no tomó una decisión sobre el proyecto de ley del Principado para financiar inversiones con un mayor endeudamiento. El letrado de la Cámara remitió un dictamen concluyente negando que se pueda aprobar una norma de esa naturaleza, pero la oposición solicita más documentación sobre los créditos que se deben suscribir. Tanto el PSOE, como el PP, habían vinculado su criterio al informe del letrado; ahora ya cuentan con un dictamen tajante y, sin embargo, solicitan más documentación para votar el proyecto del Ejecutivo. Resulta todo bastante extraño.
La cuestión planteada es conceptual. ¿Puede la Diputación Permanente aprobar proyectos de ley? Si el letrado dice que no y la oposición estaba predispuesta a seguir su criterio sobre la idoneidad de la propuesta, no se entiende que pida más documentación para decidir. O se sigue el juicio del letrado o se atiende a las razones del Principado y se aprueban 486 millones de euros para atender necesidades que procedían de compromisos establecidos por el Gobierno de Álvarez Areces. La oposición tiene que mojarse: rechazar el proyecto de ley y asumir el retraso de varios meses en la financiación de inversiones, como el equipamiento del Huca, o dar el visto bueno a la iniciativa del Gobierno regional.
Intuyo que la petición de documentación es una manera de ganar tiempo en un momento en que el paso de los días es clave, al estar un mes de las elecciones. Para entender esto es preciso aclarar que en la Diputación Permanente, por asombroso que parezca, no está representado el grupo de IU. Al empezar la legislatura, PSOE y PP pactaron la composición de la Mesa de la Cámara, empezando por la Presidencia que recayó en Goñi. Fruto de ese pacto, por primera vez en la etapa autonómica, IU quedó fuera de la Diputación Permanente. En esta situación, rechazar el proyecto de ley por PSOE y PP sería una nueva edición del choque entre los dos grupos del antiguo sistema bipartidista asturiano y Foro. De cara a las urnas de marzo, si algo les hace daño a los dos grandes partidos nacionales es aparecer juntos y solos oponiéndose a Cascos. Entre pedir más datos y convocar una nueva reunión de la Diputación Permanente nos metemos en campaña electoral, y a partir de ahí ya no está la cosa para aprobar leyes. Cualquier cosa menos repetir el rechazo conjunto de los presupuestos.