Continúan los contactos bilaterales de líderes políticos. Entre tantas entrevistas el único fruto concreto es el compromiso de IU de votar la investidura de Javier Fernández. Desde la noche del domingo el candidato socialista ha ganado seis escaños: uno con el voto de la emigración y otros cinco de la mano de IU. Al otro lado del espectro ideológico las cosas van más despacio, porque en el centro-derecha están recientes las heridas. De las reuniones, las que concitan más atención son las que mantienen Javier Fernández y Álvarez-Cascos con Ignacio Prendes. La presión sobre el diputado de UPyD es enorme, al ser la llave (Ignacio Prendes prefiere decir que es la puerta, aunque no alcanzo a ver la diferencia entre las dos figuras retóricas: de poco sirve ser puerta si no se tiene la llave para abrirla) de la mayoría absoluta. No se puede quejar el líder de UPyD de la posición en que le pusieron las urnas porque era el objetivo que buscaba, aunque hay una gran diferencia entre especular con ese escenario siendo candidato de un partido extraparlamentario a estrenarse en la Junta General del Principado con la decisión más comprometida de todo el mandato.

Javier Fernández le ha ofrecido acuerdos puntuales (sesión de investidura, presupuestos) o un pacto estable de legislatura. El candidato socialista ha reconocido semejanzas y diferencias entre los programas de los dos partidos. Un acuerdo de legislatura tiene para UPyD los mismos inconvenientes que participar en el Gobierno y ninguna de las ventajas. Viendo como actúa Rosa Díez en el Congreso de los Diputados, el objetivo de Ignacio Prendes será la vía de los acuerdos puntuales, pudiendo fluctuar entre los dos bloques de fuerzas, unas veces coincidiendo con uno (izquierda) y otras con otro (centro-derecha). Una estrategia parlamentaria basada en influir lo más posible con el menor coste.

Álvarez-Cascos ha reconocido que hay muchas coincidencias programáticas con UPyD, aunque también existen discrepancias. El presidente del Gobierno en funciones espera que en próximas reuniones puedan acercar posiciones. El mayor inconveniente de Foro para UPyD consiste en ser un partido regionalista, porque Rosa Díez quiere plantearlo todo en clave nacional, aunque el regionalismo de Foro es un tanto peculiar ya que intentó tener diputados por la provincia de Madrid.