Las propuestas programáticas de UPyD no encuentran rechazo en el PSOE y Foro. Los socialistas están, incluso, dispuestos a aceptar la creación de una comisión de investigación parlamentaria sobre el “caso Renedo”. Foro cree que las iniciativas de UPyD enseñan el camino del cambio y les parece bien el esfuerzo por aportar transparencia a la Administración y por reducir costes.
Si las instancias judiciales desestiman la reclamación de Foro sobre la anulación del escrutinio electoral de la inmigración, el voto del diputado de Rosa Díez será decisivo en la sesión de investidura. En manos de Ignacio Prendes estará, previsiblemente, otorgar al presidencia al PSOE o a Foro. Una situación singular: un solo diputado, entre cuarenta y cinco, tiene la posibilidad de escoger el color del gobierno regional. Debido a ello ninguno de los dos partidos (PSOE y Foro) se declara incompatible con las reivindicaciones del grupo de Ignacio Prendes. Eso no quiere decir que sea fácil asimilar sus demandas. Al contrario. Terminar con las tres circunscripciones electorales complica las mayorías parlamentarias de los socialistas, así que es previsible que el PSOE se acoja a dificultades de procedimiento para introducir esa reforma. La fusión de ayuntamientos no está en las previsiones de PSOE, Foro y PP, aunque en la práctica será más difícil de incorporar como objetivo de gobierno para el partido que tiene más alcaldes, que es el PSOE, con gran diferencia. La comisión de investigación sobre el “caso Renedo” parece llamada a crear problemas a los socialistas, porque aunque las comparecencias de los implicados no aportaran nada nuevo, se crearía una atmósfera muy enrarecida con las citaciones de miembros destacados del último gobierno de Álvarez Areces. Una cosa es acudir al juzgado y prestar declaración ante un número muy reducido de funcionarios, y otra muy distinta visitar el Parlamento y someterse a un interrogatorio público.
Las exigencias de UPyD elevan el listón de la mayoría absoluta pero también restan capacidad de maniobra a Ignacio Prendes. Planteadas unas reformas tan profundas, que afectan al sistema electoral, a la organización territorial y a la transparencia del gobierno, no puede darse por satisfecho con un simple documento de buenas intenciones. Salida complicada para todos los interlocutores.