La candidata ganadora de la Asamblea de IU, Noemí Martín, quedó en minoría en la nueva dirección de la fuerza política al producirse la alianza de los otros dos aspirantes a la coordinación general, Manuel Orviz y Ángel González. Fruto de la entente de los minoritarios resultó elegido Manuel Orviz como nuevo líder de la organización en sustitución de Jesús Iglesias.
El funcionamiento de IU no es igual que el de otros grupos. Ejemplo de ello es que los delegados a la Asamblea (congreso) no eligen directamente al coordinador general, sino que comparten esa decisión con los representantes de las organizaciones locales. En resumen, un lío. A la complejidad de funcionamiento se añaden en este caso la confusión creada en IU a la hora de relevar a Jesús Iglesias en el liderazgo de la fuerza política. Noemí Martín se presentó como candidata por el grupo mayoritario, conocido en todos los partidos como sector oficialista. Pese a ello, los dos cargos que definen el aparato del partido, coordinador general y secretario de organización, Jesús Iglesias y Ángel González, compitieron con ella desde otra lista. Para mayor confusión, la candidatura alternativa, encabezada por Manuel Orviz y agrupada en la plataforma, “Voces para el cambio”, llegó a un pacto con el núcleo duro del aparato de la dirección saliente. Para no hacer más compleja la exposición excluyo decir qué postura tuvieron todos ellos en torno a la oferta de pacto realizada por el PSOE, porque los oficialistas se convirtieron en críticos con la alianza, y los críticos en oficialistas. Ya les dije, un lío.
Primera conclusión. La sucesión de Jesús Iglesias no se preparó ni medio bien. Entiendo que pueda haber dos o tres candidatos, pero el grupo mayoritario u oficial en todos los partidos camina unido. Aquí no fue así, porque el conjunto de barones y organizaciones que durante diez años sostuvo a Jesús Iglesias se fracturó al elegir heredero. Ahora hace falta saber si hay una mayoría coyuntural, fruto de una alianza de pasillos, o si el tándem Orviz-González, con el apoyo de organizaciones como las de Cangas de Narcea, Castrillón o Laviana, es una mayoría sólida. ¿Va a influir en el trabajo del grupo parlamentario el hecho que cuatro de los cinco diputados apoyen a Noemí Martín? Hay que confiar en la experiencia de Orviz y González para evitar el retorno a las crisis internas en IU.