Mercedes Fernández y Pilar Fernández Pardo intercambian mensajes inamistosos, tras un largo periodo de tensa convivencia en la dirección regional del PP. La cercanía del congreso regional motiva el primer cruce de dardos entre dos mujeres que siempre tuvieron diferencias políticas que derivaron en abismos personales o en diferencias personales que mutaron en abismos políticos. Pilar dice que “aunque pertenecemos al mismo partido es evidente que somos de escuelas distintas”. No estoy seguro de que sea así. Más que unidas por el carné del PP están alineadas por un mismo estilo político, caracterizado por actuar con dureza desde la jefatura de la organización gijonesa –Mercedes, en los años noventa del siglo pasado, y Pilar desde 2003 hasta hoy-. En vez de liderar equipos, Mercedes y Pilar dirigieron el PP de Gijón rodeándose de fieles. Convirtieron la adhesión a su persona en el gesto político más valioso. La carrera de ambas está marcada por la personalidad de Álvarez-Cascos. Mercedes fue su principal discípula e hizo carrera –concejala, diputada nacional, delegada del Gobierno- a la sombra del ex presidente del Principado. Pilar estuvo siempre enfrentada a Cascos y convirtió el PP gijonés en un castillo almenado para impedir el regreso del ex ministro.
Ambas fracasaron tres veces seguidas en su intento de ganar la Alcaldía de Gijón y se mantuvieron en primera línea política, como si la derrota hubiera sido cosa de otros. Desde 1991 hasta 2011, el pueblo de Gijón prefirió, consecutivamente, a Álvarez Areces, Paz Fernández Felgueroso y Carmen Moriyón, dejándolas en la oposición durante veinte años. Pese a su experiencia (para hablar de experiencia política en Asturias hay que tener más de 50 años), la mayor derrota la tuvieron en el último año. Tras el recuento de las urnas, Pilar está al frente del tercer grupo municipal con 5 ediles y Mercedes encabeza el tercer grupo parlamentario con 10 escaños. Mercedes dice que “la meta en Gijón debe ser el gobierno y no auxiliar al partido de Cascos”. La reciente doctrina “anti-Cascos” de Mercedes oculta que el entendimiento entre el PP y Foro es más intenso en el Ayuntamiento de Oviedo que en el de Gijón. Antes de censurar a Pilar debe criticar a Iglesias Caunedo, al que todos ven como futuro presidente del PP asturiano. En su día fueron profesora y alumna, y ahora comparten rol.