Laura Sampedro, senadora muy vinculada a Mercedes Fernández, se ha sumado a la polémica sobre el papel que debe tener el PP de Gijón. La dirigente popular ha realizado unas manifestaciones contra Álvarez- Cascos, al que cita en todas sus frases, pese a que el presidente de Foro no ha dicho ni una palabra sobre lo que debe hacer la organización gijonesa del PP. La senadora advierte que su partido tiene vocación de gobierno, no de estar en la oposición ni ser la muleta de Cascos. La formación política que gobierna en España es, por definición, un partido de gobierno, así que no nos descubre nada nuevo. Ahora bien, resulta simpático que esto lo haya dicho hace unos días Mercedes Fernández que participó en cinco elecciones municipales en Gijón, en tres encabezando la lista, siendo en todas derrotada.

Laura Sampedro recuerda que su grupo gobierna en 11 comunidades autónomas y en la mayoría de las grandes ciudades. En medio de esa exhibición de representatividad democrática, la senadora se olvida de explicar cómo de los 45 escaños del Parlamento asturiano, el PP, encabezado por Mercedes Fernández, sólo obtuvo 10. Los resultados cosechados en la comunidad autónoma y en Gijón por el PP fueron pésimos, constituyendo una auténtica excepción dentro del mapa nacional. En cualquier otra región que no fuera Asturias, tanto Mercedes Fernández, como Pilar Fernández Pardo, quedarían descalificadas para repetir como candidatas al Principado y a la Alcaldía de Gijón. Sin embargo, ambas se aprestan para ganar los congresos del PP, regional y local, y desde la jefatura del partido volver a ser candidatas dentro de tres años. Y es muy probable que lo logren porque la deriva del PP regional no conoce límites.

Las declaraciones de Laura Sampedro adquieren ribetes oníricos, cuando señala que el “único que entregó el poder en Asturias a los socialistas es Cascos”. Esto lo dice la dirigente de un grupo que presentó una enmienda a la totalidad de los presupuestos de Cascos, con el respaldo socialista, y precipitó el fin de la legislatura, después de haber pactado con el PSOE el control de la Mesa del Parlamento y de haber hecho bloque con los socialistas en más de 25 votaciones parlamentarias, entre las que estaba sustraer el sector público del Principado al Gobierno de Cascos. Para hablar así hay que ser amnésico o creer que los demás no tienen memoria.