La negociación entre el Principado y los sindicatos de los funcionarios sobre la aplicación del incremento de jornada, dispuesto por el Gobierno de España, está estancada, ya que los representantes sindicales exigen al Ejecutivo de Javier Fernández que presente un recurso de inconstitucionalidad contra el decreto de Rajoy por considerar que invade las competencias autonómicas. Esta demanda viene alimentada por el anuncio realizado por el Gobierno regional de presentar el citado recurso contra los recortes en sanidad y educación, aunque hasta la fecha no lo ha hecho.
La táctica sindical consiste en ganar tiempo, y con el argumento de la inconstitucionalidad de la medida evita entrar en la discusión sobre la aplicación concreta del aumento de tiempo de trabajo. El Principado no puede volverse atrás y debe pedir al Tribunal Constitucional que se pronuncie. Una vez presentado el recurso, la negociación debe proseguir su curso, porque la petición de inconstitucionalidad no tiene capacidad de detener la aplicación del decreto. Imagino que el Gobierno de España habrá contado con un buen asesoramiento jurídico cuando impuso el incremento de jornada a las comunidades autónomas. Consideraciones legales aparte, la política comunitaria hacia los países con problemas de déficit público no tiene en consideración la interlocución de las regiones, dando por bueno que los gobiernos nacionales pueden imponer medidas de contención del gasto por considerar que son de interés general por encima de lo que piensen comunidades autónomas y ayuntamientos.
Mientras se dilucida esta cuestión previa, el Principado ha renunciado a aplicar en los servicios generales de la Administración el incremento horario tal como lo había anunciado: media hora diaria a mediodía. Ofrece ahora máxima flexibilidad, desde las siete y media hasta las nueve horas, de las catorce a las quince, o en jornada de tarde. Comprendo que los sindicatos reivindiquen el tipo de jornada, pero desde el punto de vista de la organización y eficacia del trabajo parece una broma. La clave es fichar de una a otra hora. El resto no importa. Puede haber más público o menos; pueden estar presentes responsables de cada sección o no haber jefes; todo da igual. Parece que el Principado no sabe qué quiere hacer con ese incremento horario que le brinda el Gobierno central.