La negociación sobre la ampliación de jornada de los funcionarios da lugar a manifestaciones y propuestas disparatadas. Los sindicatos de la sanidad hablan de declaración de guerra por parte del Principado, cuando no pasa de ser una forma de aplicar el recorte decidido por el Gobierno de Rajoy. Aprovechar el aumento de la jornada laboral para reducir las horas extraordinarias es lo que haría cualquier responsable de una administración pública o de una empresa. Para crear más confusión, Antonio Pino y Justo Rodríguez Braga, máximos dirigentes en Asturias de CCOO y UGT, critican a los médicos por estar más pendientes de sus intereses corporativos que de los generales de la sanidad. El propio secretario general de CCOO pide al Principado que aumente el ahorro reduciendo el pago de las “peonadas” (intervenciones médicas realizadas en horario de tarde para reducir las listas de espera). ¿En qué quedamos? ¿La propuesta del Principado es una provocación para los sindicatos de la sanidad o es condescendiente con los intereses de los médicos? ¿Es una oferta dura o blanda?
Mientras desde las filas sindicales se realizan variadas y contradictorias manifestaciones, el Gobierno regional trata de ganarse la simpatía de los funcionarios de los servicios generales ofreciendo la creación de comedores para que puedan realizar la ampliación de jornada por las tardes sin gastar dinero en restaurantes. Aquí parece que algunos no son muy conscientes de la situación en que estamos. Cuando faltan muy pocas semanas para que el Reino de España quede intervenido por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, nos permitimos frivolidades como invertir dinero en la construcción de comedores para funcionarios. Desde Europa nos van a imponer recortes mucho más duros que los planteados hasta ahora, pero nos disponemos a destinar recursos para subvencionar el plato del día. Todavía no encontró el Principado un banco que le dé crédito y cargamos el déficit con el catering. Un poco de seriedad, por favor.
El Principado debe aplicar el incremento de la jornada decretado por el Gobierno de España de la forma que mejor convenga a los intereses generales. La reducción del déficit público es el gran objetivo nacional. Lo más sensato es recortar gastos y dejar los comedores para épocas de bonanza.