El rechazo de IU a la ley que contenía el paquete de medidas para reducir el déficit público al 1,5% del PIB es un aviso al Gobierno. En pleno noviembre, el mes de la negociación presupuestaria, IU le dice al PSOE que no está de acuerdo con los recortes planteados, registrando una enmienda a la totalidad de la norma que provoca la retirada del proyecto. Con esta actuación, IU le recuerda a Javier Fernández que no cuenta con una mayoría estable para gobernar, debiendo negociar y hacer concesiones sobre cada asunto que pase por la Junta General del Principado. Los 23 votos de la sesión de investidura no se pueden trasladar mecánicamente a cualquier debate de la Cámara.
Dado el aviso, Ángel González anuncia que la negociación presupuestaria girará en gran medida sobre las alzas fiscales, con el objeto de que paguen más los que más tienen. Como las herramientas tributarias son conocidas, se puede pensar que el portavoz de IU está pensando en incrementar el gravamen del IRPF, a partir de determinado nivel de renta, una posibilidad ya explorada por los anteriores gobiernos de izquierda del Principado, prueba de ello es que las rentas altas asturianas son las más penalizadas de España, junto con las de Cataluña. De sus palabras también se desprende que quiere revisar el Impuesto sobre Patrimonio, rebajando el mínimo exento de los 700.000 euros actuales a los 125.000. El PSOE propone incrementar en el 10% el Impuesto sobre Patrimonio, pero el objetivo de IU es ir mucho más lejos, dando un salto cualitativo en la fiscalidad sobre patrimonio. Es probable, también, que IU quiera retocar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. A todo ello hay que añadir la vía de nuevos tributos sobre actividades industriales, echando mano de los preceptos medioambientales; como IU desea que paguen más los que más tienen, no es difícil colegir que las empresas estén en la diana fiscal.
El PSOE no plantea alzas tributarias, más allá del incremento de Patrimonio, porque tiene la responsabilidad de gobernar, y las propuestas de IU pueden provocar la deslocalización de rentas. Hay familias enteras con domicilio fiscal en el País Vasco, Navarra o Madrid, para evitar la dureza fiscal asturiana. La fuga de rentas y capitales puede aumentar. Sin embargo, con sus medidas, IU es coherente con su credo ideológico y refuerza los lazos con su base electoral.