La negociación sobre los presupuestos repite claves del pasado, con IU queriendo elevar o crear impuestos directos y aumentar el gasto social. Los socialistas no tienen otro remedio que aceptar el debate sobre esos asuntos, ya que no les queda el recurso de apelar a la responsabilidad de IU como socio de Gobierno, porque los militantes de la coalición de izquierdas votaron, a principio de mandato, a favor de que sus cinco diputados quedaran ubicados en la oposición.
Es muy difícil aumentar el gasto social con la brutal caída de la recaudación fiscal; asumir ese objetivo, a sabiendas de que el próximo año el déficit público no puede sobrepasar el 0,7% del PIB, resulta poco menos que imposible. Aún con todo, los socialistas se preparan para dar satisfacción a las demandas de IU, elevando los recursos al salario social o la dependencia y dando más apoyo a la llingua; esta última no es un buen ejemplo de gasto social pero resulta igual de prioritaria para IU. Esos aumentos habrá que compaginarlos con recortes a la sanidad y la educación, ya que en caso contrario no cuadrarían las cuentas. Del pulso entre PSOE e IU, la inversión productiva va a ser la gran sacrificada de los presupuestos. IU habla de asignar recursos al empleo, pero entendiendo como tal el capítulo de subvenciones, no la reserva de dinero para licitar obras que ejecutan las empresas privadas. El conglomerado de la izquierda –PSOE, IU, UGT y CCOO- da prioridad al gasto social, lo que llevará aparejado el recorte de dinero a la inversión. Se opta por paliar el daño causado por el desempleo y se renuncia a atacar la raíz del paro. Sin generar actividad no repunta el empleo. Para la inversión del año en curso estaban reservados 426 millones de euros, muy lejos de los más de mil millones de euros que se dedicaban a animar la actividad económica hace tres años. Una bajada aún mayor para el 2013 convertirá al presupuesto en un cuadro original, donde sólo hay ingresos, gasto corriente y deuda. ¿Con más de 100.000 parados se puede calificar de progresista un presupuesto en el que apenas hay dinero para la inversión productiva?
Para paliar la penuria de recursos propone IU un impuesto a la banca, que aportaría 40 millones a las arcas del Principado. El tributo cuenta con la bendición del Tribunal Constitucional, pero eso no quiere decir que sea acertado para equilibrar las cuentas.