Jesús Gutiérrez sale al paso de las críticas de Ignacio Prendes al presupuesto afirmando que las cifras presentadas por el Gobierno regional ya están ajustadas y que el cuadro de partidas está hecho con el rigor necesario. El diputado socialista no admite que se dude del trabajo realizado por la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo. Ni Ignacio Prendes ni Jesús Gutiérrez han aportado un solo dato sobre el tema en discusión. El líder de UPyD habló de ajustar más el gasto y el número dos del socialismo asturiano alabó la correcta operación de ajuste. Los asturianos estamos en el medio, sin enterarnos de nada, guiados por las referencias ambiguas e imprecisas de nuestros representantes, a los que pagamos el sueldo y deseamos acierto en su gestión, aunque ellos no se dignen decirnos las cifras de la disputa. Esa forma de proceder es muy del gusto de la clase política asturiana, opaca hacia el público, desnortada en el tratamiento de los temas, y dispuesta a repetir anualmente todos los tópicos de la temporada. Como estamos en noviembre hay que aparentar dramatismo porque nos jugamos la cosecha del año: el presupuesto con sus dones para la región.
El Principado quiere cerrar el acuerdo habiendo fijado el próximo lunes como fecha tope para sellar la alianza de los tres grupos: PSOE, IU y UPyD. En caso de no ver cumplido su deseo, el pacto a tres bandas se puede hacer en el trámite parlamentario, una posibilidad perfectamente factible, aunque no es del agrado de los socialistas, acostumbrados durante siete años a realizar acuerdos bilaterales con IU para llegar a la Cámara con todo resuelto y someter el proyecto al trámite de las votaciones. Todo de corrido y en una sola jornada.
Los presupuestos no se van a malograr porque PSOE e IU ya están de acuerdo. La pimienta del pacto estaba en el impuesto sobre la banca, que puso IU como condición de obligado cumplimiento, y los socialistas han aceptado y elevado a doctrina de partido: Rubalcaba propugna un impuesto a la banca en toda España. Los aspectos secundarios del contrato bilateral están en el tratamiento de las partidas de gasto social, con especial atención a la dependencia y el salario social. Todo en regla. Ahora toca sumar al “diputado veintitrés” a la mayoría de “progreso”, e Ignacio Prendes no tiene margen para discrepar, pero sí libertad para escenificar el consenso.