En la busca de nuevas fuentes de ingresos, el Principado ha buceado en el canon de saneamiento, ampliando la tasa a los consumos de ganaderos y agricultores y eliminando la exención existente sobre algunos usos domésticos. De esa forma crece un 61% la recaudación. Se aplica canon de saneamiento a todo, incluyendo el aprovechamiento del agua de la lluvia. Pese a ello, la capacidad de sacar partido a la batería de tributos es muy limitada, en unos casos porque la riqueza ha disminuido drásticamente y, en otros, porque la subida de tipos impositivos implicaría una gran diferencia con los vigentes en otras regiones. Severino García Vigón juzga optimistas las previsiones de ingresos; el jefe de la patronal dice que los presupuestos regionales parten de la caída del PIB del 0,5%, cuando instituciones internacionales y gabinetes de estudios nacionales calculan que será el 1,5%. Lleva razón García Vigón, pero ese razonamiento se puede hacer extensivo a las diecisiete comunidades autónomas, ya que todas se apoyan en las previsiones oficiales del Estado. El Principado no puede tomar como base los datos suministrados por un organismo internacional o una institución privada nacional.
Ángel González discrepa radicalmente del presidente de la Fade, al asegurar que son los presupuestos más realistas de los últimos años. El portavoz parlamentario de IU sabe un rato de la materia, ya que estuvo en la negociación de todos los presupuestos aprobados desde el año 2003. De sus palabras se desprende una crítica, a posteriori, a las cuentas negociadas y aprobadas por IU durante dos legislaturas. El tiempo dirá si no hay que hacer extensiva la crítica a los presupuestos que ahora alaba. Desde los años 2004 y 2005, la secuencia fue esta: los ingresos resultaban insuficientes para financiar los gastos; a renglón seguido se recurría al endeudamiento; cuando la asunción de deuda era excesiva se dejaba una parte sustancial de los presupuestos sin ejecutar. Cada año se repetía el ciclo. En la actualidad, la recesión económica es un obstáculo añadido para aprobar unas cuentas realistas.
La inversión es la pariente pobre de los presupuestos de 2013, aunque en unos territorios flojea más que en otros. En Gijón, donde hay una alcaldesa reivindicativa ante el Principado, la inversión baja de los 103 millones a 3. ¿Le parece bien a Ignacio Prendes?