Todas las comunidades autónomas reducen sus presupuestos para 2013. La pérdida de recaudación y la necesidad de ajustar gastos contribuyen a adelgazar las cuentas regionales. Si comparamos los próximos presupuestos con los últimos aprobados por las cámaras autonómicas nos encontramos con que Asturias ocupa el sexto lugar en el descenso de recursos. En caso de no añadir algunas matizaciones, estamos ante una clasificación engañosa. Vamos a verlo.

De las 17 comunidades hay que descontar a tres –Galicia, País Vasco y Cataluña- que han tenido recientes elecciones autonómicas y no han elaborado sus presupuestos. El sexto lugar entre catorce territorios significa colocarse en la media del recorte. Sin embargo, tampoco se puede sacar esa conclusión, porque el resto de regiones contaron con presupuestos en el presente año y Asturias vio las cuentas de 2011 prorrogadas. En resumen, que todas las regiones sufrieron un recorte en las cuentas de 2012 y otra rebaja para 2013, mientras que Asturias sólo conoce ahora el ajuste del 6,4%. Nuestra región es de las que ha hecho una menor rebaja de recursos, ya que no tiene el volumen de deuda de otras regiones y ha conocido durante gran parte del presente ejercicio una cura de austeridad, al dedicarse a pagar solamente las nóminas de los funcionarios, por eso Asturias presenta superávit en el saldo final de los tres primeros trimestres del ejercicio. Más adelante se conocerá si hay un déficit embalsado de compromisos de pago prorrogados, pero con las cifras actuales, la diferencia entre gastos e ingresos es menor que en la mayoría de las regiones.

Las condiciones en que se elaboraron los presupuestos de 2013 tampoco permitían un ajuste brusco, porque el Gobierno regional habría fracasado en la tarea. Elaborar unas cuentas en diálogo con IU supone un corsé para podar las partidas de gasto. La oposición de centro-derecha tampoco presionó al Principado para rebajar el techo del presupuesto. Con esas premisas, el Gobierno regional ha preparado un ajuste moderado, siempre que las cifras de cierre del presente ejercicio se lo permitan y Cristóbal Montoro no exija nuevos sacrificios para equilibrar las cuentas. Dejo para otra ocasión el contraste entre el aumento del paro y la caída del consumo en Asturias, en los últimos meses, y el continuismo en las cuentas regionales.