Preguntado por el “caso Bárcenas”, Álvarez-Cascos ha dicho que no es portavoz del PP, partido al que no pertenece y en el que hace catorce años que dejó de ocupar cargos. A título personal, el ex presidente del Principado ha declarado que todos los sueldos que cobró en su vida tuvieron soporte documental, retención de Hacienda y constaron en su declaración anual de IRPF.
De todo lo que se ha conocido hasta hora del “caso Bárcenas”, el único dato cierto son los 22 millones del ex senador del PP en una cuenta bancaria suiza. El resto se compone de fuentes periodísticas y declaraciones de líderes de políticos. La credibilidad de la prensa española (la gran ventaja de no contar con prensa amarilla) hace que la gente haya quedado alarmada con las informaciones, que van desde los sobre anónimos con miles de euros para los dirigentes del PP, hasta el latifundio argentino compartido por dos ex tesoreros del partido. Y luego están las declaraciones de los máximos responsables del PP. Dolores de Cospedal anunció que van a revisar la contabilidad del partido. No encontrarán nada irregular, porque en la contabilidad oficial no hay pagos opacos al control de Hacienda. Seguro que el propio Luis Bárcenas repasó muchas veces esa contabilidad, al igual que sus sucesores en los cargos que tuvo (gerente y tesorero). En la contabilidad oficial del PP no tengo duda de que cuadrará todo. Tras haber asegurado que no le temblará la mano, Rajoy tomó sus primeras decisiones sobre el caso, al avanzar que ordenará una auditoría interna y otra externa sobre las cuentas del PP. Ocurre lo mismo que con la promesa de Cospedal, el encargo de las auditorías es un brindis al sol, porque la contabilidad oficial carece de grietas. Las fuentes de los medios de comunicación relacionan los pagos anónimos en sobres a dinero obtenido del cobro de comisiones a empresas, así que tanto las entradas de dinero (el cobro de comisiones), como la salida (sobres anónimos repletos de dinero) no constan en la contabilidad. En el caso de que todos los datos que salieron a la luz pública fueran erróneos, seguiría quedando en el aire el origen de los 22 millones, aunque la respuesta correspondería exclusivamente a Luis Bárcenas.
Si no llega más información de Suiza, la respuesta de Rajoy debe ser política, no contable. A petición del PSOE, Montoro tiene la palabra en el Parlamento.