Se repite la secuencia del pasado otoño, cuando el Gobierno constituyó el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) con 18.000 millones de euros y las comunidades autónomas fueron pasando por la ventanilla para hacer frente a los déficit y refinanciar los vencimientos de deuda. Sólo algunas regiones pueden aspirar a recibir recursos del mercado sin echar mano del salvavidas del Ministerio de Hacienda. Madrid colocó en un solo día 2.270 millones entre los operadores, la mayor emisión de deuda realizada nunca por una comunidad autónoma, y eso que tuvo que esperar durante dos meses a obtener el permiso del Gobierno; ahora va a solicitar autorización para emitir otros 1.146 millones, con los que resolverá sus necesidades de financiación para 2013.

El pelotón autonómico no está en la misma situación que la comunidad madrileña. Para este ejercicio, Cristóbal Montoro ha reservado 23.000 millones con destino a las regiones. En vez de mostrarse encantados con la creación de este fondo, que es una garantía para no naufragar en el mercado, los presidentes autonómicos miran con un cierto desdén el crédito que les espera. Artur Mas pidió 9.075 millones, entre quejas, como si la Generalitat le estuviera haciendo un favor al Gobierno central. Gracias al FLA, Cataluña ahorró 1.000 millones en intereses. Valencia, Murcia, Baleares y Cantabria ya reservaron, en conjunto, 3.600 millones. Otras regiones, como Asturias, todavía aún no han movido pieza, pero no tendrán otro remedio que acogerse al fondo oficial.

Asturias necesita 396 millones, y del FLA no recibirá más de 206, porque el protocolo del fondo es un traje a la medida de las necesidades de Cataluña, que tiene deuda internacional y un paquete de bonos “patrióticos”. El Principado sigue la misma pauta que en otoño, al retrasar su demanda en espera de conocer las condiciones del préstamo, aunque, al final, no va a tener otra alternativa que retirar los 206 millones que le ofrece el Gobierno. Obtener 396 millones de los bancos es prácticamente imposible. No entiendo la postura del Gobierno asturiano. Hace unos meses lanzaba el mensaje de la autonomía financiera, que no se vio correspondido con los hechos. Ahora insiste en conocer las condiciones del préstamo. ¿Mantiene Montoro la incertidumbre sobre el tipo de interés y el plazo de amortización? Hablemos claro.