El Ministerio de Hacienda ha dado a conocer los datos del déficit público de las comunidades autónomas en el primer mes del año. El Gobierno está dispuesto a aportar publicidad y transparencia sobre las cuentas regionales, pero Rajoy se reúne en secreto con Artur Mas para hablar de la fijación de techos de déficit. La región que tuvo un mejor dato fue Asturias, que cerró enero con un superávit de 53 millones de euros (0,23% del PIB). Valencia también registró un saldo positivo (0,22%), una centésima por debajo de Asturias, mientras que el País Vasco alcanzó un superávit del 0,10%. Baleares, Cantabria, Extremadura y La Rioja presentan igualmente resultados saneados. En el extremo opuesto están Cataluña y Andalucía, con 283 y 230 millones de déficit, respectivamente. El conjunto de las cuentas de las comunidades autónomas arroja un saldo de 563 millones de déficit.
El resultado aislado de un mes es escasamente significativo, porque gastos e ingresos no se distribuyen uniformemente a lo largo del año. Normalmente, el grueso del pago de las facturas se concentra en el último trimestre. No obstante, tampoco se pueden obviar los índices de enero, porque significan que algunas regiones (Cataluña y Andalucía) siguen acumulando déficit, sin que las advertencias del Gobierno ni los controles oficiales sirvan para nada. Particularmente preocupante es el caso de Cataluña, que tiene un pasado asfixiante (tiene aún sin pagar 80.000 millones en obras de los tripartitos de Maragall y Montilla: el doble de su presupuesto anual), un presente penoso (casi el 2% de déficit en 2012) y un futuro negro (ruina e independencia, o independencia y ruina).
En abril se estima que la Comisión Europea va a dar un año más de margen a España para alcanzar la meta del 3% de déficit público, y que el Gobierno dulcificará las exigencias de estabilidad presupuestaria a las comunidades autónomas. El techo del 0,7% de déficit para 2013 se va a elevar, sin que Cristóbal Montoro haya dado una cifra. La Generalitat pide objetivos distintos según qué territorios, y demanda para Cataluña un 2% de déficit. Si el Ministerio de Hacienda acepta las demandas de Cataluña se habrá quebrado toda la lucha contra el déficit. Desde la lógica de los intereses asturianos es más preocupante el fin de la equidad en el trato a las regiones que el buen dato de enero del Principado.