Debate entre el Gobierno regional y sus aliados, en la Cámara, sobre los planes de empleo. IU y UPyD consideraron injustificados los retrasos y las excusas dadas por el consejero Graciano Torre. Hace unos días el director general de Empleo avanzaba que las contrataciones se empezarían a hacer en octubre, y ahora nos encontramos con que el primer día de julio ya comenzarán a trabajar desempleados de larga duración y jóvenes sin experiencia laboral. En un abrir y cerrar de ojos se pasó de una espera de cinco meses a sólo mes y medio. Sin la crítica de los medios de comunicación el calendario no habría conocido alteraciones, porque el Gobierno regional tiene problemas para vencer la inercia administrativa. Cuando su actuación queda expuesta ante la opinión pública, sin tapujos, lo que era imposible hace dos días se convierte en factible.
Lo más curioso del asunto es que no salen mejor parados los aliados que el propio Gobierno regional, ya que sin la crítica de los medios tampoco hubieran alzado la voz para presionar al Ejecutivo. De esta manera llegamos a lo más grave del caso: la falta de sensibilidad política ante el paro que es el mayor problema regional. Diputados y consejeros del Gobierno hablan todos los días de luchar contra el desempleo, pero una vez reservados los recursos en el presupuesto dejaron pasar cinco meses hasta anunciar la ejecución de las partidas. Tenemos una clase política anquilosada que juzga los problemas del presente con las categorías de los tiempos de bonanza. Todo el día hablando de las líneas rojas de la sanidad, sin comprender que el verdadero problema de la salud, la auténtica enfermedad regional es el desempleo.
Ahora toca gestionar con agilidad los recursos, porque faltan cinco semanas para la fecha fijada para la firma de los contratos. Graciano Torre teme que las empresas no se acojan a los planes oficiales de empleo y probablemente esté justificado su temor. La atonía económica no propicia las contrataciones y se echa de menos una mayor energía por parte del Principado para explicar las subvenciones que concede y las características de la oferta de trabajo. Todavía no salió un portavoz del Ejecutivo a decir que hay tanto dinero destinado para realizar tales ofertas laborales, detallando las características de cada plan. Esa tarea no la van a hacer los altos funcionarios.