Polémica entre el Principado e IU en torno a las medidas que se deben tomar para hacer frente a los desahucios. El Ejecutivo de Javier Fernández propone las viviendas vacías del parque público para hacer frente a las necesidades sobrevenidas, una oferta que completa con los acuerdos alcanzados con los bancos. En este momento hay 50 viviendas preparadas para realojar a las familias desahuciadas, a las que hay que sumar las 28 puestas a disposición por los intermediarios financieros. IU propone un método más expeditivo: expropiar los pisos a los bancos temporalmente para que no puedan perder la vivienda las familias insolventes. Esther Díaz, en nombre del Gobierno, recordó que ese método puede ser válido para las regiones que no tengan parque público de viviendas, mientras que Marta Pulgar (IU) contraatacó diciendo que los socialistas apoyan las expropiaciones en Andalucía. Para la consejera la propuesta de IU es demagógica, y para la diputada Pulgar, las medidas del Principado son flojas y deslavazadas, sin ir al fondo del problema.

Si las ejecuciones por desahucio se mantienen en unas cifras contenidas, la fórmula propuesta por el Gobierno regional es satisfactoria y no es preciso acudir a mecanismos más complejos. Ahora bien, si la insolvencia aumenta entre las familias con hipoteca no quedará otro remedio que aplicar políticas más ambiciosas para evitar el tremendo drama humano de los desahucios. Marta Pulgar señaló que hay 1.500 propietarios en riesgo de no poder hacer frente a sus obligaciones hipotecarias. Esa cifra triplica el parque público de viviendas autonómico, así que de concretarse la amenaza el Principado tendría que importar la fórmula andaluza de expropiación temporal.

La expropiación de viviendas a la banca participa de la misma filosofía que el establecimiento de un impuesto sobre los depósitos bancarios. Dos medidas de naturaleza distinta pero que comparten el ánimo de dañar el omnímodo poder del sector financiero. Sin el penoso papel de la banca en la crisis económica, no habría impuestos sobre los depósitos ni se les expropiarían los pisos. En definitiva, que la discusión de Esther Díaz y Marta Pulgar es más ideológica que pragmática. Debilitado en la oposición, Rubalcaba apoya las expropiaciones; Javier Fernández, en el poder, las rechaza. Este asunto no está cerrado.