Antes de iniciar la reunión del Comité Ejecutivo, Esperanza Aguirre hizo una declaración contundente sobre la corrupción en las filas de su partido, diciendo que se encuentra abochornada. La ex presidenta madrileña afirmó que “los políticos honrados estamos indignados”. Con la habilidad política que la caracteriza, Esperanza Aguirre recordó que el PP de Aznar accedió al poder enarbolando la bandera de la lucha contra la corrupción, en unos años en que toda España estaba conmocionada con el “affaire” de Filesa. No hay que ser muy astuto para ver el paralelismo entre los métodos de Bárcenas, con grandes empresas haciendo aportaciones a la caja del partido, y los de Filesa, con sus informes fantasma que eran retribuidos por la oligarquía nacional.
En el Comité Ejecutivo del PP sólo tomaron la palabra Rajoy, Aguirre y Zoido, optando la inmensa mayoría por el silencio. El partido en el poder sigue con la estrategia de no darse por aludido pese a que su extesorero esté en la cárcel. Rajoy enfatiza su respeto por las decisiones de los tribunales, sustituyendo el obligado argumento por una mera formalidad. ¿Cuándo un presidente de Gobierno no respetó las decisiones de los jueces? ¿Qué partido con representación parlamentaria hace caso omiso de los autos judiciales? Los presuntos delitos de Bárcenas fueron cometidos en el ejercicio de sus funciones como tesorero PP y desde un despacho de la sede central del partido, a no ser que se quiera mantener la fábula de que las decenas de millones de euros que volaron a Suiza fueron fruto de sus avispadas compra-ventas de obras de arte o de su capacidad para generar plusvalías bursátiles.
En la apertura del curso de verano de la Fundación FAES, Aznar renunció a intervenir pese a que estaba previsto que hiciera uso de la palabra. Se limitó a presentar a Dolores de Cospedal y quedó callado. La secretaria general del PP dijo que el ejercicio de transparencia realizado por su partido no tenía precedentes. Al entrar en concreciones, Cospedal afirmó que “la contabilidad del PP es la que ha sido siempre”. ¿Quiere decir que se sigue con aportaciones extraordinarias de empresas a la caja del partido y con reparto de fondos entre la cúpula de la organización? Cada semana que pasa, Gobierno y partido tienen menos capacidad de maniobra. El silencio no sirve para nada. Algún día lo reconocerán de palabra.