Dos actuaciones del Principado, en un debate parlamentario y a través de una convocatoria de ayudas al empleo, dieron la medida de las inhibiciones del Ejecutivo en las sociedades públicas que encabeza y de las intenciones que alberga en todo lo referente a creación de empleo.
Interpelada por Foro, Belén Fernández, consejera de Fomento y presidenta de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (Zalia), tuvo que hablar en la Junta General del Principado sobre la situación de la sociedad. Lo más sensato de su intervención estuvo en la primera frase, al reconocer que tanto la Zalia, como Sogpesa y Sedes, están en una situación difícil. Al entrar en explicaciones, la consejera tuvo un ataque repentino de optimismo y vio la solución a las penalidades de la Zalia en la humanitaria actuación de los bancos y la súbita demanda de terrenos por parte de las empresas.
La consejera, consciente de que la Zalia está inutilizada mientras no se construyan los accesos, encontró la fórmula salvadora: se construyen los accesos de manera acompasada a la venta de terrenos. La pescadilla se muerde la cola, porque para vender parcelas hay que contar con accesos y para construir los accesos es preciso obtener recursos de la venta de parcelas. Un círculo vicioso en el que lleva mucho tiempo instalada la Zalia, que necesita dinero de los bancos para seguir con las obras, mientras los bancarios le recuerdan a la consejera que el calendario de la sociedad ya entró en la fase de amortizar crédito, no de incrementarlo.
Como EL COMERCIO ya lo había desvelado, la consejera no tuvo problema en resaltar que la empresa redujo, recientemente, su capital social. Según Belén Fernández, esta reducción por pérdidas proyecta la imagen de sociedad saneada. Queda en el aire la duda sobre si un hipotético aumento de capital por beneficios hubiera sido para la consejera una prueba de debilidad por parte de la Zalia. ¿No es verdaderamente increíble?
BANCOS BUENOS
Al detallar el mecanismo de salvación de una sociedad en pérdida patrimonial, Belén Fernández explicó que negocia la renovación del crédito con lo bancos para pagar las deudas que tiene con esos mismos bancos. A ver si lo entiendo. La sociedad está en números rojos con las entidades financieras, pero les pide un aumento del crédito y un plazo de carencia más amplio para devolver el capital. Perfecto. ¿Y cómo se consigue eso? ¿Aspiran, acaso, las cinco entidades crediticias al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia?
Los bancos ya han hablado y exigen más garantías adicionales: que el Principado, las autoridades portuarias y los ayuntamientos de Gijón y Avilés aprueben partidas en sus presupuestos para devolver el crédito y compromiso expreso de asumir los déficit de financiación. A los responsables de la Zalia no les vale que los bancos rebajen la línea de crédito a los 69 millones, porque llevan gastados 78, pero a 1 de enero de 2014 la disponibilidad crediticia será sólo de 45 millones. El desfase se cuadriplicará.
Del relato de la consejera llama la atención que en ningún momento habló de aportaciones extraordinarias por parte del Principado, al ser la institución que gestiona la Zalia y tener comprometido un aval por el 70% del valor de los terrenos. Mencionó la necesidad de incrementar el capital en nueve millones (el agujero que tienen con los bancos), sin dar más detalles. Las autoridades portuarias de Gijón y Avilés ya se negaron a aportar dinero. En toda su intervención no retomó el calendario de actuaciones expuesto todavía en el mes de marzo. Da la impresión que Belén Fernández y el Gobierno regional se inhiben, abrumados ante los problemas de la Zalia, como se inhiben en Sogepsa, Sedes o Gijón al Norte. Hay una falta de liderazgo evidente. Se acogen al secreto societario para no dar explicaciones y cuando se ven interpelados en el Parlamento construyen un relato mágico.
AYUNTAMIENTOS
De las inhibiciones a las veladas intenciones. El Principado ha sacado una convocatoria de subvenciones para el empleo y el autoempleo, de la que ha excluido a los ayuntamientos, por primera vez. El dinero va para los sindicatos, la Federación Asturiana de Concejos, la Fundación Mujeres, Cocemfe, etcétera. Sin dudar de la necesidad de esos colectivos para otros fines, todo lo que tenga que ver con empleo deberá vehicularse a través de empresas y ayuntamientos, si lo que se quiere, realmente, es fomentar el aumento de la mano de obra empleada.
Pero lo que llama poderosamente la atención es que el Gobierno socialista margine a los ayuntamientos que fueron importantes perceptores de fondos en años anteriores. A falta de una explicación queda el argumento partidario, al estar los ayuntamientos de Gijón y Oviedo en manos de Foro y PP. En el año 2008, el Ayuntamiento de Gijón recibió 616.000 euros; en el 2009, 651.000; en el 2010, 656.000; en el 2011, 563.000. Y en el 2013, cero. ¿Alguien cree que hubiera sido ese el reparto con una alcaldesa socialista?
Golpe sobre golpe. En los planes de empleo, el Ayuntamiento de Gijón sólo recibe el 15,5% de las subvenciones regionales (2,9 millones sobre un total de 18,7 millones para toda Asturias). En Gijón se concentra el 28,6% de los parados de la región y el Principado le asigna el 15,5% del presupuesto. Y del fondo para orientar hacia el empleo y el autoempleo, queda marginado el Ayuntamiento. Con esas premisas ni se ataca el paro ni se vertebra Asturias.