La propuesta de los socialistas de Cudillero, apoyados en un informe de la Secretaría General del Ayuntamiento, de hacer alcaldesa a la concejala, Nuria Álvarez, con el argumento de que forma parte del grupo mayoritario, es una broma de mal gusto. Es una conclusión simplista que no tiene en cuenta el largo recorrido que lleva la figura del alcalde de Cudillero por el Tribunal Constitucional (TC). La solución socialista consiste en no presentar un nuevo candidato para ocupar la presidencia de la corporación, y si los hipotéticos candidatos del PP y de Foro fracasan en el intento de ser investidos alcaldes, la edil, Nuria Álvarez, emergería, automáticamente, como alcaldesa por representar al grupo mayoritario. La propuesta serviría para cualquier ayuntamiento menos para el de Cudillero, porque todos los concejales socialistas renunciaron expresamente a ser alcaldes y el TC ha dictado una sentencia en la que anuló la investidura del concejal, Fernández Garay, como alcalde, basándose en su renuncia que tendría carácter irrevocable durante el actual mandato. El grupo municipal socialista no puede ignorar intencionadamente la sentencia del TC, porque la anulación de Fernández Garay también se repetirá con Nuria Álvarez, al concurrir las mismas circunstancias.
Sólo hay dos soluciones y los socialistas lo saben. O el grupo mayoritario permite la investidura de un candidato del PP o de Foro, previa negociación política sobre la gobernabilidad de la institución y las medidas que se tomarían en los 21 meses que quedan de mandato, o elecciones anticipadas. Los concejales socialistas tienen absoluta libertad –faltaría más- de oponerse a la investidura del candidato de otro grupo, pero entonces la única solución es la convocatoria electoral. Si por las razones que sean no quieren la llamada a las urnas pueden cohabitar en el gobierno del Ayuntamiento con un alcalde de otro color político, siempre y cuando se alcanzara un acuerdo satisfactorio entre los socialistas y el grupo del que formara parte el hipotético alcalde. Cualquier otra propuesta es una fantasía o una trampa.
De salir adelante el plan socialista, el Ayuntamiento de Cudillero seguirá instalado en el artificio hasta que una nueva sentencia del TC devuelva a Nuria Álvarez a su condición de concejala. Un plan que choca con la sentencia del TC.