La anormal situación que está viviendo el Ayuntamiento de Cudillero, con la institución descabezada por culpa de las maniobras irregulares de los socialistas, sigue suscitando declaraciones. Mercedes Fernández considera que Javier Fernández debe pedir perdón por el desaguisado cometido por su partido. La Plataforma Democrática de Cudillero pide que se constituya una gestora para ponerse al frente del Consistorio.
La petición de la líder del PP es acertada, aunque se trate de un gesto simbólico sin consecuencias prácticas. Toda Asturias siente bochorno por lo que sucede en el Ayuntamiento pixueto. La responsabilidad recae sobre el PSOE que recibió de los ciudadanos la mayoría absoluta de los escaños para gobernar y fruto de sus trapisondas quedó inhabilitado para retener la Alcaldía. El líder del PSOE guardó silencio sobre las maniobras realizadas por concejales de su partido y se limitó a decir unas palabras breves sobre el acatamiento a las sentencias de los tribunales. No sabemos si a Javier Fernández le pareció bien la renuncia de todos los concejales a presidir la Corporación municipal para que un señor que andaba por la calle, Ignacio Fernández, pudiese convertirse en alcalde. O si le convenció que Luis Fernández Garay tomara por segunda vez el bastón de mando a los quince días de ser anulada su primera investidura por el Tribunal Constitucional. El presidente del Principado no dijo nada sobre un proceso de degradación institucional sin precedentes en Asturias, aunque sí sabemos que su lugarteniente, Jesús Gutiérrez, respaldó con entusiasmo todos los pasos dados por los socialistas pixuetos, desplazándose hasta el Ayuntamiento para aplaudir el efímero mandato de alcaldes socialistas, incapaces de superar el test de los tribunales. Un verdadero escándalo avalado por la FSA. Es oportuno que el secretario general del PSOE y presidente del Principado diga algo sobre el comportamiento de su partido en la villa pixueta. Palabras sinceras que expresen un mínimo arrepentimiento por todo lo acaecido.
Dudo que los que reclaman la gestora sean conscientes de las particularidades de un órgano que queda en manos del presidente del Gobierno regional. Me extraña que un conjunto de ciudadanos libres estén contentos por dejar de depender del líder local, Francisco González, y quedar en manos del Principado.