González Orviz califica de “traición” la postura de Javier Fernández de apoyar la reforma electoral siempre que concite una mayoría reforzada. El coordinador general de IU lanza un mensaje directo al presidente del Gobierno, al recordarle que está jugando con la estabilidad política regional. Más claro: si no se modifica la normativa electoral no se aprobarán los presupuestos para 2014.
En las críticas del líder de IU hay aspectos consistentes y otros que no lo son tanto. La actuación de los socialistas adolece de incoherencia. Tiene razón Orviz cuando dice que no tiene sentido apoyar el dictamen del grupo de expertos sobre la reforma y dar respaldo a la iniciativa parlamentaria presentada por IU, para luego negarse a votarla si no cuenta con el visto bueno de Foro o del PP. El PSOE procedió de una forma contradictoria, y resta por saber si su actitud zigzagueante es fruto de dudas internas o de no haber sabido prever el curso que tomarían los acontecimientos.
El dirigente de IU identifica mayoría absoluta, los 23 escaños del tripartito (PSOE, IU y UPyD), con mayoría reforzada, que es lo que pide Javier Fernández para aprobar la reforma electoral. El término de “mayoría reforzada” no es un concepto unívoco, y tiene diversas concreciones según la materia que se debata. Para elegir a los magistrados del Tribunal Constitucional la mayoría reforzada son tres quintos de la Cámara (en el Parlamento asturiano serían 27 escaños) y para algunas reformas constitucionales hacen falta dos tercios de los escaños (en la Junta serían 30 diputados). No es ningún disparate pedir mayorías reforzadas para alterar el sistema que rige para repartir escaños. Orviz dice que Javier Fernández cada vez se parece más a Álvarez-Cascos y pone como prueba la incapacidad para acordar con los aliados. Es imposible llegar a pactos con alguien que no quiere acuerdos. En el breve mandato de Foro, el PP sólo buscó acuerdos con el PSOE y logró lo que buscaba: la vuelta al poder de la izquierda. El objetivo era apear a Cascos. La responsabilidad en la negociación no recae sólo sobre el partido que gobierna. Según el líder de IU Asturias tuvo mala suerte con los dos últimos presidentes. Sería más coherente, por su parte, extender la mala suerte a los tres últimos presidentes, porque hace dos meses censuró a Areces por el “caso Renedo”. ¿Cambia ahora de criterio?