Al romperse la entente de IU y UPyD con el Gobierno empezó el baile de la negociación presupuestaria, aún sin celebrarse reuniones. El Principado quiere presionar a sus antiguos socios para llegar a la mesa de la negociación en posición de fuerza. Los principales dirigentes socialistas (Javier Fernández, Jesús Gutiérrez, Fernando Lastra) ya han hecho saber que la prórroga presupuestaria será una catástrofe para Asturias. El presidente precisó que el golpe no sería para el Gobierno sino para los ciudadanos. La estrategia socialista encuentra en los agentes sociales un gran aliado. Antonio Pino, máximo dirigente de CCOO, dice que la no aprobación de las cuentas sería un desastre. ¿Son ciertos esos mensajes?
Distingamos entre las estrategias de gobiernos, partidos o sindicatos, y la posibilidad efectiva de incurrir en prórroga. Es lógico que el Gobierno y el PSOE desarrollen una campaña de presión sobre IU y UPyD, porque la devolución de los presupuestos supondría una sonora derrota política para los socialistas y la imagen del Gobierno regional quedaría erosionada. Los agentes sociales velan por la aplicación efectiva del acuerdo de concertación (1.500 millones de euros en la legislatura), pero es inexplicable que les preocupe tanto la prórroga y no digan nada del incumplimiento del pacto social por parte del Gobierno de Javier Fernández. De los más de 300 millones de euros que tenían que invertir, no llegan a 40 los ejecutados. Si la prórroga es un desastre, la gestión del Gobierno regional es una calamidad.
Desde el Principado se ha adelantado que el presupuesto será como el del presente año en filosofía y contenido. Los mismos conceptos de gasto y cantidades similares. ¿Hay algo más parecido a una prórroga presupuestaria que presentar un presupuesto calcado al del año anterior? Las declaraciones de los socialistas sobre este particular han sido muy poco inteligentes. La prórroga causa daños cuando quedan inmovilizados grandes recursos, pero para gastar lo mismo no hacen falta alforjas. Si alguien quiere presentar un presupuesto sin entusiasmo, sólo tiene que decir que será como el del presente. En el 2012 quedaron recursos sin consumir; el 31 de agosto de 2013, el Principado tenía un superávit cercano a los 100 millones de euros, y ahora dice que va a ser un drama repetir las cifras. Aclárense, por favor.