Cambio de pareja. Mercedes Fernández pone condiciones al acuerdo presupuestario con Javier Fernández: rebaja de impuestos y reducción del mastodóntico sector público. Establece unas premisas de contenido ideológico, presentes en el discurso tradicional de su partido, y contrarias a la teoría socialista, siempre favorable a acrecentar el tamaño de las administraciones y a elevar los tributos. Las propuestas de la presidenta del PP son acertadas, aunque lo chocante no está en su contenido sino en la oferta de negociación al Gobierno socialista. Los hechos indican que Gabino de Lorenzo es el capitán de la nave popular, al decidir presentar una enmienda a la totalidad al presupuesto del Gobierno de Cascos y pactar con el de Javier Fernández. El Principado no contestó a la presidenta del PP, pero Guillermo Martínez, portavoz del Principado, se apresuró a defender a Gabino de Lorenzo, ya que apoyar el presupuesto es de personas responsables. Con la boca pequeña, el portavoz afirmó que el Gobierno sigue apostando “por un entendimiento razonable” con IU y UPyD. Como se puede comprobar, sobre los presupuestos hablan todos los grupos, bien sea para rechazarlos -Foro y UPyD-, o para poner condiciones al acuerdo -IU y PP-, menos el Gobierno regional que no enseña sus cartas.
Se ha producido un cambio de escenario, de una negociación extraparlamentaria se pasa a otra parlamentaria con el presupuesto registrado en la Cámara. Y un cambio de actores: aunque el Principado diga que pretende reeditar el tripartito (PSOE-IU-UPyD), la opción es por el bipartito (PSOE-PP). Hace falta que en las próximas semanas rehaga las cuentas, vuelva a poner el límite al Impuesto sobre Patrimonio en los 700.000 euros e incluya en una ley la supresión de algún organismo público. Tal vez esto último no sea preciso, porque el PP no está en condiciones de ganar ningún partido por goleada.
Se va a demostrar que el Gobierno de Javier Fernández es el más flexible de toda la etapa autonómica, capaz de armar un presupuesto para IU, otro para UPyD y un tercero para el PP. Tres proyectos francamente positivos para los asturianos, progresistas, generadores de empleo y fortalecedores de los servicios públicos. Queda para el final la pirueta más difícil y arriesgada: el acuerdo con Cherines combinado con el ataque a Rajoy. Un ejercicio razonable de coherencia, que diría el portavoz.