Sesión extraordinaria en el Ayuntamiento de Cudillero, un Consistorio en el que todo lo que ocurre es extraordinario: más de cien funcionarios, presupuestos prorrogados indefinidamente y comidas multitudinarias de ciudadanos. En este caso se trata de cumplir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que anuló la investidura de Fernández Garay como alcalde, obligando a la corporación a retrotraerse a la situación en que estaba el Ayuntamiento el día de agosto en que cogió el bastón de mando el ex edil (este señor entró en la Corporación, renunció a ser alcalde, luego fue alcalde dos veces- las dos veces anulado por los tribunales- y, al final, renunció a ser concejal. Atesorar un currículo semejante en un solo mandato es todo un récord mundial). El plan del PSOE consiste en convertir el pleno municipal en una gestora, presidida por el concejal socialista de confianza de la dirección local del partido. Los partidos de la oposición dicen que retrotraerse a la situación en que estaba la corporación en agosto implica elegir un alcalde tras la anulación del nombramiento de Fernández Garay. El pleno tendrá que decidir si se constituye en gestora o elige alcalde, sabedores por sentencia del Tribunal Constitucional que ningún edil socialista está facultado para ser alcalde por haber hecho renuncia expresa al cargo.
Estoy convencido que ganará la opción de la gestora porque todas las instancias del PSOE, desde la local hasta la regional, han maniobrado desde el primer momento para que ningún concejal de la oposición abriese los cajones del despacho de la Alcaldía. Adriana Lastra (número tres, cuatro o cinco de la FSA: por ahí debe andar) afirmó que con la formación de la gestora y la convocatoria de elecciones volverá la normalidad al Ayuntamiento. Esta señora entiende por normalidad la convocatoria de unas elecciones anticipadas -para lo que hace falta el visto bueno del Gobierno de España- y un año más tarde otra vez elecciones. Sin ningún género de dudas, la normalidad, el camino recto, después de la senda tortuosa por la que condujeron los socialistas a los cudillerenses, es la elección de un alcalde en el seno de la Corporación.
Imagino que Foro y PP acudirán nuevamente a los tribunales para impugnar la formación de la gestora, y si vuelven a ganar, todo el tinglado que se fabrique hoy se vendrá abajo. Una película de locos que tiene director.