Al alcalde de Pravia se le complica su situación judicial. Tras la primera imputación por tráfico de influencias, prevaricación y malversación de caudales públicos, basada en el pago de dinero a la empresa avilesina que gestiona los parquímetros -realizado antes de que el Ayuntamiento aprobara la zona azul-, se suma ahora otra imputación por prevaricación y malversación al entregar 20.000 euros a una empresa por un servicio no hecho. Esta segunda empresa pertenece al mismo grupo empresarial que la encargada de administrar los parquímetros. La segunda imputación es fruto de sendas denuncias de PP y Foro; creo recordar que De Luis Solar desmintió en su día esta versión diciendo que había sucedido justo al revés: la empresa hizo un servicio y el Ayuntamiento no se lo abonó. Veremos.
La norma de funcionamiento por la que se rige la Federación Socialista Asturiana dice que cuando se abre juicio oral contra un representante público tiene que abandonar la institución. Esta pauta no se aplica a los cargos internos dentro del partido, que pueden ser máximos responsables del PSOE en una ciudad y sentarse en el banquillo de los acusados. Llegado el caso, De Luis Solar tendría que dejar la Alcaldía, aunque podría seguir estando al frente de la agrupación socialista de Pravia. Hay que anotar que cuando estalló el escándalo presidía la Federación Asturiana de Concejos, presentando inmediata renuncia al puesto.
De Luis Solar era un alcalde de la confianza del núcleo dirigente que manda en el partido. Un hombre joven, muy querido en su municipio y dedicado a la política desde su etapa juvenil. Junto con otros miembros de su generación estaba preparado para asumir destinos más altos en el socialismo asturiano, el día que la gerontocracia se haga a un lado. Un destino desesperante porque en la política asturiana ha fallado el mecanismo que provoca el relevo generacional. Su expectativa vital y profesional se ha frustrado, porque de una situación así no se sale indemne. Los asuntos de corrupción, para los políticos, funcionan como los argayos: se presentan de repente y arrollan todo lo que encuentran. Las sentencias absolutorias nunca rehabilitan totalmente a los políticos. No le va a resultar fácil al PSOE sustituir a De Luis Solar, y no descarto que haya fricciones entre la dirección regional y la local. La fase decisiva del “affaire” coincidirá con las vísperas electorales.