Debate en la Junta General del Principado sobre las obras que hace la Consejería de Educación en los centros escolares. Susana López Ares (PP) preguntó sobre el atraso de las actuaciones en el colegio Ruiz Tilve, en Oviedo, dentro de las obras pendientes en la red de centros. La diputada popular criticó el método de asignar las inversiones entre los centros y lo relacionó con la carta que envió Fdez. Espina (número dos de la Consejería de Educación) el 23 de diciembre a los colegios agraciados. De una forma más directa, Ignacio Prendes (UPyD) habló de reparto de dinero entre los centros afines al Gobierno regional.
Si la consejera, Ana González, quiere rechazar las acusaciones de chapucería y favoritismo, lo primero que tiene que hacer es publicar la lista de colegios e institutos beneficiados con el sobrante de dinero con que se encontró la Consejería de Educación los últimos días de 2012. Tanto llenarse la boca con el discurso de la transparencia y hacen una asignación exprés de dinero, sin luz ni taquígrafos. Ni el resto de centros ni el Parlamento ni la opinión pública saben cómo se gastaron los 6,4 millones para colegios, cuando mes y medio antes la consejera dijo en la Cámara que tenía un poco más de dos millones para obras en institutos y colegios. No hay precedente de un gasto tan grande en los edificios dedicados a la enseñanza en plenas Navidades. El siguiente paso consiste en decir por qué unos centros reciben dinero y otros no. El tercer paso tiene que ver con las cifras redondas (60.000 euros, 30.000, etcétera) de las transferencias, que no coinciden con ninguna factura de un arreglo. Y por último, la cuestión de la urgencia: cómo puede ser que en algunos casos, sin visitar los centros, den conformidad a las peticiones y anuncien una cobertura económica concreta.
Si hubiese ocurrido todo esto en los años del boom económico, cuando crecía el presupuesto de la Educación a ritmos de 5% anual, pasaría desapercibido. Pero ahora, la sensibilidad con la gestión del dinero es máxima. La cuestión no estriba en el control de legalidad, sino en el control de oportunidad. ¿Tira la casa por la ventana el Gobierno la última semana del año para no arrojar un superávit vergonzoso? ¿Se puede estar todo el año diciendo que no hay dinero para contratar profesores y se gasta, luego, a espuertas? ¿Se pueden adelantar sumas de dinero por encima de lo que esperaban recibir los beneficiados?