El Gobierno anuncia que trasladará a la Junta General del Principado su propuesta de financiación autonómica que defenderá en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. El Principado quiere que en el Parlamento tenga el mayor respaldo posible. Javier Fernández pone como ejemplo el consenso logrado entre los grupos parlamentarios en contra del “déficit a la carta” (la fijación de distintos techos de déficit entre las comunidades autónomas, por parte de Cristóbal Montoro). IU plantea una interpelación al Gobierno regional sobre la propuesta de financiación autonómica, porque desea que el Ejecutivo suministre datos, con celeridad, ya que el ocho de marzo es la fecha límite para hacer llegar al Ministerio de Hacienda los distintos modelos de financiación que barajan las comunidades autónomas.
La revisión del modelo de financiación regional ya está abierta, pese a que el Principado quería retrasarla un año. A Javier Fernández le asistía la razón, porque es en lo que se había quedado en la Conferencia de Presidentes presidida por Mariano Rajoy, y por ser lo más conveniente para los intereses asturianos que saldrán presumiblemente perjudicados al reformar el actual modelo. Asturias tiene un peso muy pequeño en el pelotón autonómico, y no tenemos capacidad de detener un proceso que se ha acelerado por dos razones: la queja de las regiones gobernadas por el PP (Valencia, Madrid, Murcia) que se sienten perjudicadas con el actual sistema y, sobre todo, por el intento de Rajoy de dar un trato más favorable a Cataluña para tratar de reconducirla a la senda del ordenamiento jurídico que dimana de la Constitución.
El Gobierno asturiano quiere ir a la negociación del modelo en alianza con otras regiones que tienen una problemática similar a la nuestra. En circunstancias parecidas (envejecimiento y dispersión de la población) se encuentran Galicia, Extremadura y Castilla y León, aunque no tenemos las mismas cifras. No obstante, la gran diferencia estriba en el peso de los gobiernos. Las tres están gobernadas por el PP, y dos de ellas, Galicia y Extremadura, tienen unos presidentes que le tienen tomada la delantera a Rajoy. El Gobierno asturiano es irrelevante para Madrid. Es un déficit que viene de antiguo, aunque ahora se ha agudizado, como hemos visto con el trato que nos dio Rajoy en los presupuestos del Estado de 2014. Marginar a Asturias no tiene coste político.