Ángel de la Fuente, uno de los principales expertos en financiación territorial, considera que Andalucía, Valencia y Castilla-La Mancha presentan un déficit de recursos con el actual modelo de financiación, mientras que Asturias, Extremadura, Cantabria, La Rioja y Aragón están sobrefinanciadas. Para De la Fuente, Cataluña y Madrid se encuentran en posición intermedia, de modo que no deberían verse sensiblemente afectadas con la revisión del actual sistema.
Andalucía y la Comunidad Valenciana suman 13 millones de habitantes, así que tienen peso suficiente para hacer valer el discurso del agravio. Castilla-La Mancha está poco poblada y no tiene sectores económicos relevantes, pero su presidenta se llama Dolores de Cospedal, auténtico factor diferencial. En el otro lado de la balanza están las regiones sobrefinanciadas y ninguna de ellas tiene poder (tamaño de población, líderes destacados, burguesía influyente) para mantener una posición de ventaja. Lo lógico sería que en la negociación del nuevo modelo de financiación se corrigiesen las deficiencias del presente con un trasvase de recursos de Asturias, Extremadura, La Rioja y Cantabria hacia Andalucía, Valencia y Castilla-La Mancha. Sin embargo, Ángel de la Fuente sugiere que la satisfacción a las quejas no vendrá por esa vía, sino por el crecimiento de la economía, con una mejora de recursos para todas las regiones, siendo más acusada en las comunidades perjudicadas y más leve en las actualmente favorecidas (Asturias, Extremadura, etc.)
Los acuerdos sobre los distintos sistemas de financiación autonómica se han logrado siempre de la misma manera: poniendo el Estado más dinero encima de la mesa. La última vez Zapatero aportó 11.000 millones más para las regiones. ¿Es creíble que el potencial crecimiento del PIB –no más del 1% en 2014- se transfiera a las capitales autonómicas? Dicho en términos concretos: ¿Rajoy va a aceptar que en vez de amortizar deuda, cubrir el agujero de la Seguridad Social o financiar el seguro de desempleo, la mejoría económica vaya destinada a la gestión autonómica de la sanidad? No lo creo. ¿Y si introducimos el naipe catalán, es posible el incremento de recursos para todas las regiones? Tampoco lo creo. Resultado final: pese a las promesas, no habrá nuevo modelo de financiación hasta después de las próximas elecciones autonómicas, al igual que tampoco se aplicará la reforma local.