Debate en la Junta General del Principado sobre la reorganización del sector público, centrado en la RTPA. Dolores Carcedo manifestó que el cambio de estructura en el ente no conllevará ahorro, lo que es tanto como decir que se va a hacer una reforma vacua para aparentar que se hace algo. La consejera de Hacienda repasó lo que hace meses hizo público sobre unificación de organigramas, creación de un convenio marco de nueve años (¿habrán escogido ese número por significado cabalístico?), creación de contratos programa, etcétera. En resumen, pura hojarasca. Antes de hablar la consejera, el director en funciones de la TPA dijo que los 15 miembros del consejo de administración cobraban 812 euros por reunión, habiendo celebrado trece encuentros el pasado año. Un grupo de gente, excelentemente pagada (de todos los ciudadanos que leen este periódico que levanten la mano los que cobran 812 euros por reunirse con quien sea y donde sea), que no impide que la gestión de la televisión autonómica sea un verdadero desastre, como lo demuestra la readmisión de veintidós trabajadores.

La televisión del Principado es, como todas las televisiones autonómicas, una maquina especializada en gastar, que tiene como finalidad proyectar una imagen favorable del Gobierno regional. Esa es la única razón por la que captando 1,2 millones en publicidad, reciba otros 20 millones de subvención del Gobierno regional. Entre la televisión y la emigración, los socialistas tratan de compensar la decepción de los ciudadanos con una forma de gobernar tan lánguida como parcial. En el debate, se acusó a los responsables del ente de seguir un método de gestión opaco, en el que apenas hay licitaciones y salen siempre contratadas las mismas empresas. Bueno, sobre esto no hay mucho margen para discutir, porque la repetición de los nombres lo dice todo. Por no hablar de los métodos de asignación, como esa empresa de fuera (¿Extremadura?) que se hizo con un contrato estando inmersa en procedimiento concursal, y que luego derivó el trabajo a otra que había quedado descartada. Si quieren más aclaraciones, otro día lo explico con detalle porque es mucho más bochornoso.

Magníficas dietas. Cada sentencia desfavorable aumenta la nómina de trabajadores de la empresa, sin que dimita ningún responsable. Se va a cambiar la fachada de la RTPA sin ahorrar un euro. Todo queda entre amigos y las moscas aletean como si fuera verano.