Los cuatro grupos de la oposición critican con dureza al Principado por la gestión de Sedes. El expediente de regulación de empleo de la constructora, con despidos para dos tercios de la plantilla, ha sido la gota que ha colmado el vaso. IU, de forma oportuna, pone el dedo en la llaga al decir que mandar para casa a los trabajadores con veinte días de empleo por año trabajado, con un tope de doce anualidades, iguala al Gobierno socialista con las denostadas multinacionales (Tenneco, Coca-Cola). Creo que en la comparación sale perdiendo el Ejecutivo, ya que las dos empresas citadas ofrecen una compensación mucho mayor por despido. También Foro señala acertadamente las contradicciones del Gobierno de Javier Fernández al abrir el proceso de venta de Sedes condicionando el traspaso de la propiedad al compromiso de mantener toda la plantilla por parte del comprador. Nuevamente la aplicación de la ley del embudo por parte del PSOE: si el capital privado se hace con Sedes tiene que asumir toda la carga de empleo, pero si los “progresistas” mantienen la propiedad, dos tercios de la mano de obra se va para casa. Cuando hablan de gestión de izquierdas debe ser porque firman los despidos con esa mano. El PP incide en el sinsentido de presentar un ERE en pleno proceso de privatización y advierte que Sedes tiene una deuda de más de 85 millones de euros y sale a la venta a un precio inferior al valor que consta en sus libros de contabilidad. UPyD, por su parte, manifiesta que la gestión politizada de la empresa la llevó a la ruina. ¿Puede el Gobierno regional ofrecer una explicación que contrarreste las críticas de la oposición? Me inclino a pensar que meterán la cabeza debajo del ala.
Hace unos días expiró el plazo dado por el Principado para vender sus acciones en la constructora. Es cierto que el precio de las mismas era muy bajo, tanto que suponía una devaluación voluntaria de la empresa, aunque la valoración contable choca con el tremendo pasivo que arrastra Sedes. Pero vamos a lo más llamativo: veinte días fue el plazo dado por el Principado. ¿Por qué dieron un plazo tan escaso? Veinte meses gobernando con el muerto de Sedes sobre las espaldas y de pronto les entra una prisa tremenda para deshacerse de la sociedad. Tesis provisional: se pone un plazo que conduce a dejar desierto el concurso, se adjudica directamente por el Ejecutivo y el comprador pone como condición una plantilla reducida.