El PP está dispuesto a apoyar la petición de créditos extraordinarios del Gobierno de Javier Fernández si incluye recursos para que la Universidad de Oviedo cuente con un contrato-programa, fondos para investigación y desarrollo, dinero para los accesos al Huca, partida para dragar los puertos y respaldo al plan de calidad de la leche. El Ejecutivo socialista se ha comprometido a incluir esas peticiones. Dado que para las inversiones y los servicios públicos el Principado va a pedir un crédito de 109 millones de euros, los recursos destinados a actividad van a ser escasos. Hay que recordar que el Gobierno quiere incluir en ese crédito 23 millones más para el salario social, un cantidad a todas luces insuficiente, y que probablemente deberá añadir más dinero para sanidad y educación. Se supone que todo esto lo conoce con detalle el PP, pero por razones de estrategia ha preferido concentrar su atención en las peticiones relatadas.

Puede discreparse del orden de prioridades del partido de Mercedes Fernández, pero su actitud ante el Gobierno no carece de lógica. A sabiendas de que Foro está excluido de cualquier intento de negociación por parte del Gobierno de Javier Fernández, Cherines mueve pieza y centra el acuerdo en logros concretos, para convertirse en artífice de su ejecución. Dentro de un año, en plena campaña electoral, dirá en los mítines que el Huca tiene accesos gracias al PP, porque los socialistas no pensaban construirlos y los demás partidos guardaban silencio. Todo ello tiene un aroma demagógico, pero estoy hablando de la campaña electoral. En la práctica, la construcción de los accesos del Huca es una demanda, que además de responder a las necesidades de la región, favorece los intereses del Ayuntamiento de Oviedo, y beneficia políticamente a Iglesias Caunedo.

Si el PP rechazara el diálogo, el protagonismo sobre los créditos extraordinarios recaería sobre IU y UPyD, antiguos socios de los socialistas. Javier Fernández preferiría esa alternativa, porque podría seguir exhibiendo la etiqueta de Gobierno de izquierdas enfrentado a la derecha, pero el PP no sacaría ningún beneficio de la reedición de la alianza, porque compartiría posición con Foro. Más claro: dado el veto establecido por Javier Fernández al partido de Cascos, el PP quiere aprovechar la oportunidad de verse enrolado en una política conectada con los intereses de la sociedad.