Dolores Carcedo debate con el grupo parlamentario del PP sobre la ayuda a los ayuntamientos. El diputado Matías Rodríguez Feito preguntó al Principado sobre el plan de obras y servicios municipales, habida cuenta de que en los últimos años no hay noticias sobre el mismo. La consejera de Hacienda, por su parte, se muestra orgullosa de la gran ayuda prestada por el Principado a los municipios, con especial atención para los más pequeños, y considera que las subvenciones, la programación de actuaciones y el fondo de cooperación municipal han servido de gran ayuda en unos años que los municipios atravesaron grandes dificultades. Dolores Carcedo complementa la defensa con un buen ataque, al recordar que desde el año 2012 el Gobierno central se ha borrado del programa, parapetado detrás de la disculpa del ajuste fiscal. Con el argumento de que tiene que equilibrar las cuentas, el Ejecutivo de Rajoy se dado de baja del plan de obras y servicios.

Sin conocer los números, barrunto que las dos partes tienen parte de razón. La retirada del Estado de planes de ayuda municipal no es ninguna novedad. Pensemos en la teleasistencia, dentro de la política de Dependencia. Hacer frente a la espectacular subida de las prestaciones al desempleo o afrontar la no menos espectacular escalada de la prima de riesgo provocó daños colaterales. Como el dinero no se inventa, supongo que habrá un cierto consenso social en que es mejor retirar las ayudas a la cooperación municipal que a los parados, o que es mejor dejar de subvencionar reparaciones de caminos vecinales que suspender los pagos a los acreedores internacionales. En caso contrario, tendríamos revueltas populares o las ventanillas cerradas cuando el Estado necesitara un crédito para pagar las nóminas de los funcionarios. No quiero decir que Rajoy hace bien, pero no es fácil encontrar soluciones alternativas.

Estoy seguro que el Principado se encontró sólo para hacer frente a las demandas municipales, como los ayuntamientos también afrontaron en soledad el pago de la prestación de la teleasistencia. Dolores Carcedo tendrá razones para quejarse. Ahora bien, el actual Gobierno regional no es el campeón del municipalismo. Basta ver el ejemplo de Gijón, que jamás conoció una época de sequía como la actual, con las ayudas a planes de empleo y las inversiones regionales reducidos a mínimos históricos. ¿Será por la luchar contra el déficit o por ahogar a Moriyón?