Ante el congreso federal del PSOE se especula con los nombres que formarán parte del equipo de dirección de Pedro Sánchez. Habrá un relevo profundo en los puestos de responsabilidad del partido, como ya lo hubo en las candidaturas que optaron a la Secretaría General. En los tres últimos años el PSOE vivió su peor etapa en la democracia y quieren cortar con el pasado. Para el cargo de presidente de la organización se barajan los nombres de Javier Fernández y Patxi López, dos dirigentes con distintas características.
Fernández y López fueron los grandes apoyos de Rubalcaba para ganar el congreso federal de Sevilla, donde se enfrentó a Carmen Chacón. Ambos respaldaron también a Eduardo Madina, en las recientes elecciones primarias, frente a Pedro Sánchez y a Pérez Tapias. Entre ellos hay una buena sintonía personal. Ahí se acabaron las coincidencias. Dentro de la política, Patxi López es un dirigente sin brillo que lideró el partido en el País Vasco cuando Zapatero imprimió un giro radical en la estrategia de los socialistas ante el nacionalismo violento. Zapatero necesitaba a Patxi López para abrir la negociación con ETA. Posteriormente, fue presidente del Gobierno vasco porque los filoetarras tuvieron vedado el acceso a las urnas, y los diputados del PP votaron su investidura. Durante su mandato no logró concitar apoyo social (en todas las encuestas estaba por debajo de los líderes del PNV) ni supo fortalecer y aunar al bloque constitucionalista. Llegado el momento de rendir cuentas en las urnas, el PSE se desplomó. Nunca entendí que se barajara el nombre de Patxi López para suceder a Rubalcaba, a no ser que se quisiera prolongar la cadena de fracasos.
Puestos a optar es mucho más sensato que Javier Fernández ocupe la Presidencia del PSOE. El político asturiano tiene querencia por los discursos de contenido ideológico y su principal experiencia política la ha adquirido como líder del partido. En ese terreno es un dirigente escuchado y respetado. Gobernar con eficacia es su asignatura pendiente. Por su formación académica, como ingeniero de minas, es un experto en temas de energía, y por su afición al estudio conoce con detalle otras cuestiones relevantes de la política, como la financiación territorial, que son importantes cuando se está en puestos de dirección de un partido. Patxi López no destaca ni en energía, ni en financiación ni en ideología. Un descarte muy sencillo.