Dolores de Cospedal ha manifestado que el acuerdo presupuestario en el Principado, alcanzado por el Gobierno socialista con el PP, “evita tensiones a los asturianos” y aporta estabilidad política en una región sometida a sucesivas citas electorales. Es la primera vez que un alto dirigente nacional del PP toma la palabra para respaldar el pacto bipartito en nuestra región. Cualquier observador de la política asturiana sabe que Mercedes Fernández nunca prestaría apoyo parlamentario al proyecto presupuestario del Gobierno socialista sin el visto bueno de Génova. Dicho más claramente: Mercedes recibe instrucciones de Madrid que luego aplica en la Junta General del Principado. Cherines tiene una larga trayectoria de obediencia a los secretarios generales de su partido.
El PP asturiano es deudor de la decisión tomada por Rajoy en las Navidades de 2010, cuando eligió a Isabel Pérez-Espinosa para candidata a la Presidencia del Principado. La historia es bien conocida; celebradas las elecciones cinco meses más tarde fueron ganadas por una nueva formación, Foro Asturias, liderada por Álvarez-Cascos. Desde entonces, el PP no ha cambiado de guión. El objetivo prioritario es borrar a Cascos y su partido. A esa meta se subordina toda la política del PP. La derecha en Asturias está dividida porque el PP jamás se aliará con Foro. El PP apoya a Javier Fernández, porque de esa manera apuntala al Gobierno socialista frente a la oposición de Foro. Muchas veces oigo decir que el PP pagará cara esa estrategia que va en contra de la opinión de su electorado. Es evidente que tendrá un coste, pero a Génova no le importa con tal de dañar la alternativa de Foro. El cálculo de Rajoy y De Cospedal es a medio o largo plazo: una vez desaparecido Foro, ya habrá tiempo de reencontrarnos con nuestro electorado. Ese es el plan. Hace tres años, Cascos dijo una frase que resume muy bien esta situación, “los hay que prefieren quedar tuertos, con tal de ver a otros ciegos”. Por esa razón se rechazaron los presupuestos del Gobierno de Cascos y se aprobaron los del Ejecutivo de Javier Fernández. Que no nos cuente milongas De Cospedal sobre las tensiones que nos evita a los asturianos. Jamás respaldaría que el PP de Andalucía apoyase el presupuesto del Gobierno de Susana Díaz. A esa formidable impostura está atada la política del PP en nuestra región: tratar de resarcirse del tremendo patinazo de Rajoy en las Navidades de 2010.