Francisco Gambarte, abogado de 55 años, será el cabeza de lista de Ciudadanos en las elecciones autonómicas que se celebrarán en el mes de mayo. Ciudadanos ha nacido y crecido como partido en Cataluña, librando una lucha sin cuartel contra el nacionalismo y sus abusos. Su líder, Albert Rivera, intentó llegar a un acuerdo con UPyD para comparecer los dos partidos juntos en las citas electorales, pero Rosa Díez se negó en redondo ofreciendo como alternativa una alianza circunscrita exclusivamente a Cataluña. Una contraoferta con aroma de provocación. Rosa Díez mostró una gran dosis de sectarismo al poner por delante el interés de su partido a los deseos del electorado. Rivera anunció la voluntad de Ciudadanos de presentarse a las elecciones generales en toda España, y las últimas encuestas le atribuyen un porcentaje de votos netamente superior al de UPyD y al de IU.
Gambarte considera que la opción de Ciudadanos es reformista, constitucionalista y progresista. La voluntad reformista es una vieja demanda del electorado al ver que los distintos gobiernos se limitan a capear la coyuntura. No se ha introducido competencia en los mercados de servicios ni se ha hecho la reforma fiscal que necesita España ni se ha introducido orden en el desmadre de las autonomías ni se ha acometido la reforma que requiere el sistema educativo. En una época en que todos los partidos muestran especial interés en cambiar la Constitución, sin especificar qué artículos modificarían, es bueno que un partido joven se confiese constitucionalista. El término progresista es hoy día extremadamente vago, porque los que más se autocalifican de progresistas son profundamente reaccionarios y defienden modelos económicos que no funcionan en ninguna parte del mundo, pero podemos conceder a Ciudadanos el beneficio de la duda y esperar que su fe progresista discurra por otras vías.
Le preocupa a Francisco Gambarte el endeudamiento del Gobierno asturiano (este año superaremos los 3.600 millones de euros) y la gestión realizada con los fondos mineros. Tiene ahí dos argumentos de fuerza para la campaña electoral. La deuda es el mayor problema de España. El Principado ha incrementado alegremente su endeudamiento en los últimos años para financiar gasto corriente. Haría bien Ciudadanos en hacer caballo de batalla de la deuda. En cuanto a la gestión de los fondos mineros es el exponente de cómo se gobierna Asturias.