Terminó el falso suspense del Principado acerca de solicitar, o no, dinero al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, aparentó que estaba inmersa en un mar de dudas sobre la conveniencia de acogerse a la generosa oferta de Cristóbal Montoro, pero cuando terminaba el plazo llamó al Ministerio de Hacienda para decir que le reservasen 500 millones de euros. En el 2012 había solicitado 261 millones y en el 2013 demandó 391. En el pasado año el Principado obtuvo financiación exclusivamente de la banca. El Gobierno regala el dinero a comunidades autónomas y ayuntamientos durante el año electoral para adormecer las tensiones territoriales. Todo político profesional sabe que debe mostrar la cara amable cuando se acerca la cita con las urnas; una vez celebrados los comicios sacará la agenda con las medidas ocultas. El Gobierno asturiano hace bien en acogerse al maná de Montoro, porque el préstamo del FLA no tiene intereses. En el año 2012 se concedió crédito al 5,6%, que luego quedó rebajado al 5,1%. En el 2013 el interés cobrado descendió al 3,91%, y el pasado año se rebajó al 2% el precio del dinero. Ahora Montoro ofrece crédito sin interés y devuelve lo cobrado en concepto de intereses durante los tres años que lleva operativo el FLA. Propuestas tan balsámicas denotan los agobios de Cataluña para financiar las partidas de gasto, entre las que está la devolución de créditos y el abono de intereses. El FLA se creó para evitar que Cataluña se ahogase en el mercado del crédito, al ser patente su insolvencia. En aquella época tenía una deuda de 53.000 millones de euros, ahora se acerca a los 67.000.

El Ministerio de Hacienda se ha convertido en el banquero universal de comunidades autónomas y ayuntamientos. Asturias se acoge al programa del Gobierno porque de esa manera ahorrará 19 millones en financiación durante el presente ejercicio, y 49 millones más en los dos siguientes años.

Si el Ministerio de Hacienda pensaba que asumiendo las funciones de banquero iba a disciplinar la política de gasto de los gobiernos regionales se equivocó por completo. Los barones autonómicos creen que es una obligación del Gobierno suministrar dinero gratis y al final del ejercicio, déficit y deuda habrán repuntado. Rajoy lo dará todo por bien empleado si renueva el mandato, pero la Comisión Europea no piensa lo mismo. Previsión de libro: el año 2016 tocará rectificar.