Antonio Trevín y Fernando Goñi, en nombre del PSOE y del PP, siguen la senda abierta por Álvarez-Cascos al criticar el posicionamiento de Podemos y Ciudadanos sobre las líneas de alta velocidad. Los portavoces de los partidos mayoritarios califican de “involución” la postura de los nuevos grupos políticos al pretender detener los proyectos pendientes de ejecución, como es en el caso de Asturias la línea entre Madrid y Gijón. Idéntico mensaje de ambos, con distintas puntualizaciones: Trevín resalta la importancia que tiene el AVE con la Meseta para el tráfico de mercancías y Goñi reivindica la autoría del PP sobre el proyecto y la obra. Los matices de los partidos mayoritarios tienen como destinatario a Álvarez-Cascos, ya que es de sobra conocida la discrepancia entre el PSOE y el exministro, unos defendiendo que el AVE tengan carácter mixto (pasajeros y mercancías) y el otro argumentando que en toda Europa es una línea de viajeros. Sobre la autoría de la infraestructura no cabe hacer planteamientos maniqueos. El Gobierno de Aznar resucitó un proyecto que dormía el sueño de los justos desde los tiempos de UCD, pero el ministro que licitó todos los tramos de la variante de Pajares fue Cascos, así que desde Foro también tienen autoridad moral para hablar sobre la infraestructura. Los socialistas relegaron el proyecto de la variante durante las cuatro legislaturas de Felipe González, pero el Gobierno de Zapatero continuó la obra iniciada por el Gobierno de Aznar sin mostrar ningún prejuicio.
Es posible plantear objeciones a las líneas de alta velocidad desde algunas partes de España, pero nunca desde Asturias. No tenemos ni un metro de AVE. La ministra de Fomento, Ana Pastor, cambió súbitamente el proyecto de la variante de Pajares proponiendo que entre en funcionamiento un solo túnel, cuando ya están construidos los dos. En cuanto al último tramo de la línea, Lena-Gijón, sólo se sabe que está en estudio. Ni el más ligero compromiso sobre el trazado y la construcción, ni un calendario orientativo sobre la obra. Nada. A mí me parece muy sospechoso que utilicen el señuelo de construir un ramal desde Oviedo a Avilés, como si fuese una línea de cercanías. Así pasamos del manifiesto retraso al probable engaño. Sobre este escenario llegan los dos partidos de moda, Podemos y Ciudadanos, para decirnos que Asturias debe renunciar al AVE. Justo que necesitaba oír la ministra, Ana Pastor.