El PP asturiano se explica en agosto. El “caso Pokemon” no admite un tratamiento diferido en septiembre. Joaquín Aréstegui o el gran desconocedor: no sabe de ninguna irregularidad y no conoce ninguna imputación. Sobre el registro sufrido ignora la causa, aunque está en condiciones de afirmar que el dinero encontrado había sido ganado legalmente por él. En la rueda de prensa, Aréstegui dejó muy claro que no piensa dimitir. En este punto hay consenso en la clase política asturiana: cualquier impacto negativo carece de fuerza para forzar el abandono de la poltrona. El retiro voluntario no está contemplado en el código deontológico de los profesionales de la política asturiana.

Mercedes Fernández, presidenta regional del PP, manifestó que anuló sus vacaciones para dar una respuesta al escándalo. El asunto debe ser muy grave para que la lideresa tome una medida tan excepcional. Estamos hablando de las vacaciones de una diputada autonómica, no de un trabajador de una pyme que puede aplazar su descanso para otro mes del año. Los diputados sólo tienen agosto para reponerse del estrés laboral. Bien es cierto que a lo largo del año también hay algún otro periodo de inactividad, pero no son vacaciones propiamente dichas, sino segmentos de ocio. Cherines dice que ella es la que desconocía todo lo relacionado con el registro sufrido por Aréstegui. De sus palabras cabe presumir que no está muy de acuerdo con las explicaciones del hombre fuerte del PP de Avilés. ¿Le abrirán, de inmediato, a Joaquín Aréstegui un expediente disciplinario que implique el apartamiento de sus funciones? ¿Acabará expulsado del Partido Popular? ¿Creará Mercedes Fernández las condiciones para que el PP pueda ganar las elecciones municipales en Avilés el año 2019? La respuesta a esos interrogantes bien merece la anulación de unas vacaciones.

Lo más interesante de la rueda de prensa de la presidenta fue el desparpajo con que diferenció el caso de Joaquín Aréstegui del escándalo de Caunedo. A la lideresa del PP no le preocupan los viajes por medio mundo del ex alcalde de Oviedo, acompañado de Manuel Pecharromán (¡Qué gran alcalde se perdió Gijón si le hubiese acompañado la fortuna!). Cherines tiene claro que los viajes se los paga cada uno. La cuota de singularidades ya está cubierta con Monago. Puestos a decir obviedades también cabe recordarle a la lideresa que el dinero que tiene la gente en su casa se lo gana cada cual.